Rodeado de sus compañeros agricultores del vivero Campesinos Unidos, don Francisco Javier Solís Solís habla de Sembrando vida como un programa “con mucha visión” porque en él, dice, está el presente y el futuro, que él vislumbra en la incorporación de sus hijos a las labores del campo.

“Eso motiva a seguir adelante”, cuenta bajo la sombra de un árbol en su comunidad Palos Blancos, en el municipio de Petatlán, Guerrero, donde también habla de los apoyos de Sembrando Vida: herramientas, semilla, sistema de riego y pagos directos a sembradoras y sembradores, sin intermediarios.

Todo esto permite reactivar la economía, asegura don Francisco al tiempo que imagina los frutos que darán las plantas sembradas. “Esta planta que se siembra aquí, va a darnos frutos y cuando los cosechemos vamos a pensar en Sembrando Vida, un programa con mucha visión”.