Los campesinos éramos los más olvidados y no había oportunidades para nosotros, dice Marbella Barrera Marbán al referirse al Programa Sembrando Vida que llegó a su comunidad en el municipio de Petatlán, en el estado de Guerrero, como a otras muchas comunidades más en 20 estados de la República, a rescatar la tierra y atender a los más vulnerables.

Mujer del campo, con manos trabajadoras y ahora con espíritu esperanzador, ve en Sembrando Vida “una oportunidad muy grande” que motiva a campesinas y campesinos a salir adelante y sembrar sus tierras para dejarle un mejor futuro a las nuevas generaciones que vienen en camino.

“Para mí es un honor pertenecer al grupo de Sembrando Vida, es una oportunidad muy grande para los campesinos, porque éramos los más olvidados, porque no había oportunidades para nosotros”, recuerda como parte de los más de 416 mil sembradoras y sembradores que en 2020 contribuyeron a la reforestación del país y a la producción para lograr la autosuficiencia alimentaria.

En su Comunidad de Aprendizaje Campesino “Campesinos Unidos”, en la localidad Palos Blancos, acompañada de vecinos de la región, trabaja todos los días en el cuidado de las semillas de las que surgirán árboles frutales, maderables, verduras y otros cultivos.

Su compañera Yoali Reyes Muñoz relata que los agricultores de esta zona están aprovechando bien el programa en beneficio de sus familias y su comunidad. “La gente realmente está acostumbrada a trabajar en campo y pues ahorita tiene esa motivación, esa alegría de plantar árboles, de tener un fruto a mediano plazo y poder tener más adelante ese maderable”.

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