A diferencia de antes, ahora, garantizar el bienestar de las familias afectadas por cualquier emergencia natural o social es una prioridad.

Por eso, la atención, directa, sin tardanza y sin corrupción, va, en lo inmediato, a resguardar la seguridad de las personas y, después, a la entrega de apoyos, económicos o en especie, con base en un censo de afectaciones, realizado casa por casa.

Víctor Manuel González, quien sufrió la inundación en la colonia El Castaño en Macuspana, Tabasco, a fines de 2020, recuerda que, tras perder todas sus pertenencias, recibió un apoyo económico de 10 mil pesos y enseres domésticos que le permitieron restablecerse con su familia.

“Me alcanzó para reforzar más los cuartos y todavía para poner un negocito”, relata en su tiendita de abarrotes El rey Jesús, que abrió en su domicilio. Víctor Manuel alterna su trabajo de tendero con el de conductor de un triciclo para transportar de personas.

“Cuando uno sabe administrar lo que le dan, yo creo que sí el apoyo ayuda mucho... ahí está la prueba, ahí está el refri, sí lo pueden ver, ahí está adentro y ha sido de buena ayuda, ya tengo mi colchón y mi estufa, gracias a Dios que sí y el ventilador y todos los enseres que me dieron y hasta la licuadora”.

Para él, dice, los enseres fueron un regalo que la Guardia Nacional llevó y bajó hasta la puerta de su casa, al igual que a las casas de sus vecinos que también sufrieron la inclemencia de las lluvias.

“La verdad que decíamos, nadie nos ha dado nada, nadie nos ha dado un apoyo, así como hoy tuvimos la oportunidad de recibirlo...es como un regalo”,