Aprovechar el potencial del sector de la alimentación y la agricultura de manera responsable es vital para conseguir la erradicación del hambre.

Para ello es necesario cuidar el consumo y aprovechamiento de los alimentos, las pérdidas y el desperdicio de alimentos representan una proporción considerable de la producción agrícola.

El aprovechamiento de los alimentos que actualmente se producen podría disminuir la necesidad de incrementar su producción además de mejorar los niveles de nutrición de muchas personas en el mundo. La FAO estima que 800 millones de personas padecen hambre crónica.

La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación marca cada año el Día Mundial de la Alimentación el 16 de octubre.

Los objetivos del Día Mundial de la Alimentación son:

  • estimular una mayor atención a la producción agrícola en todos los países y un mayor esfuerzo nacional, bilateral, multilateral y no gubernamental a ese fin;
  • estimular la cooperación económica y técnica entre países en desarrollo;
  • promover la participación de las poblaciones rurales, especialmente de las mujeres y de los grupos menos privilegiados, en las decisiones y actividades que afectan a sus condiciones de vida;
  • aumentar la conciencia pública de la naturaleza del problema del hambre en el mundo;
  • promover la transferencia de tecnologías al mundo en desarrollo;
  • fomentar todavía más el sentido de solidaridad nacional e internacional en la lucha contra el hambre, la malnutrición y la pobreza y señalar a la atención los éxitos conseguidos en materia de desarrollo alimentario y agrícola.