Las mujeres emprendedoras a través de su contribución en el desarrollo del campo fortalecen el bien estar familiar y las proyecta en el sector rural permitiéndoles tener desarrollo personal, mayores ingresos y participación en la vida económica del país.

El Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) en su Análisis del comportamiento del empleo en el Sector Primario (tercer trimestre de 2018), reporta que en México la población ocupada del país fue de 54.0 millones de trabajadores, de los cuales: 7.0 millones de habitantes se dedican a actividades del sector primario; lo que representó un 12.9% del total nacional, la composición por sexo fue de 89.2% hombres y 10.8% mujeres.

La SAGARPA, a través del programa de Apoyos a Pequeños Productores, apoyó a 122 mil 812 mujeres de zonas rurales o de alta marginación a través de componentes como: El Campo en Nuestras Manos, PESA y FAPPA.

La participación de las mujeres en el campo se traduce en un México más productivo, su integración en la actividad primaria fortalece las cadenas de valor e impulso en el crecimiento social.