El 20 de abril del 2010 ocurrió una explosión en la plataforma Deepwater Horizon, cobrando la vida de 11 personas y ocasionando el vertido de 4.9 millones de barriles de crudo en las aguas del Golfo de México.

A lo largo de estos 10 años, se han dado importantes cambios en la gestión de riesgos de las actividades petroleras. Desde la creación de compañías dedicadas exclusivamente a brindar atención a los operadores en caso de un derrame, el desarrollo de nuevas regulaciones, la innovación constante en tecnologías aplicadas al sector, el cambio en prácticas operativas hasta la solicitud de coberturas financieras más amplias; la industria y los reguladores han trabajado de la mano, a nivel nacional e internacional para una efectiva mitigación de riesgos y reducir así,  la probabilidad de que tales accidentes vuelvan a ocurrir.

La exploración y extracción de petróleo sigue siendo una de las actividades económicas de mayor relevancia en el país. Es por eso, que la Agencia Nacional de Seguridad Industrial y Protección al Medio Ambiente del Sector Hidrocarburos (ASEA) juega un papel fundamental al regular y supervisar que dichas actividades se realicen en un marco seguro y de respeto al medio ambiente. Los funcionarios de la Agencia trabajan día con día para promover el fortalecimiento de la gobernanza ambiental en el sector, contribuyendo así al desarrollo económico del mismo, siempre tomando en cuenta el bienestar social.