El Director de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB) para México, Cuba y República Dominicana, Manuel Guedán, dio la bienvenida a los invitados y caracterizó a la política de cooperación de México como una especie de triángulo: un lado corresponde a la cooperación con los países más desarrollados (Norteamérica y la Unión Europea), otro lado a la efectuada con países de similar grado de desarrollo relativo (Alianza del Pacífico y BRICS), y el tercero con las demás naciones en vías de desarrollo.

“México es un país moderno con visión global que asume responsabilidades globales. Adquiere cada vez más peso en la política internacional de desarrollo”, señaló el funcionario europeo y enfatizó la importancia de que la AMEXCID se convierta en una unidad administrativa que sea responsable de conducir a todos los actores del desarrollo del país y de dirigir la política de cooperación mexicana.

Durante su exposición, el titular de la AMEXCID explicó que la política de cooperación al desarrollo es uno de los principales ejes rectores de la política exterior mexicana, y que constituye el Quinto Eje de Acción del gobierno del Presidente Peña Nieto “México como un actor con responsabilidad global”.

Ante los invitados a la charla que se realizó el 26 de junio en el Salón Maximilian del Hotel J.W. Marriot Polanco, moderada por el Emb. Alfonso de María y Campos, Director del Instituto Matías Romero, Valle Pereña habló sobre América Latina y Centroamérica como regiones prioritarias para México, las economías emergentes y los nuevos actores de la cooperación internacional, la caída de la Ayuda Oficial al Desarrollo y sus repercusiones en el panorama mundial, las diferencias y necesidades específicas de los Países de Renta Media, y la cooperación Sur-Sur.

Otros temas expuestos fueron: la cooperación triangular, ejemplos exitosos de asociaciones estratégicas, cooperación educativa y cultural, destacando siempre el carácter dual de México como oferente y receptor.

Tras describir el marco legal e institucional de la AMEXCID, órgano desconcentrado de la Secretaría de Relaciones Exteriores con autonomía de gestión, detalló que se sigue trabajando en su proceso de institucionalización para convertirla en una Agencia consolidada, y que uno de los retos es terminar su reestructura, para revertir la descoordinación interinstitucional que persiste.

Finalmente, el Director Ejecutivo enunció otros retos de la cooperación mexicana, como la captación de mayores recursos para la cooperación, la consolidación de un sistema de coordinación con las entidades del gobierno que ejecutan cooperación, y el mejoramiento de los mecanismos de interacción con otros actores como la sociedad, la academia y ciencia, el sector privado y los gobiernos locales.