El cambio climático es uno de los principales causantes de la pérdida de biodiversidad, por lo que los recursos genéticos juegan un papel importante en la producción alimentaria y agrícola. En este sentido, la conservación de Recursos Genéticos ex situ, es una acción estratégica para el mantenimiento de la biodiversidad de los países y es garantía de la seguridad alimentaria de las generaciones presentes y futuras.
En ese contexto, del 30 de septiembre al 11 de octubre de 2019 se llevó a cabo el tercer “Curso Internacional en Administración de Bancos Germoplasma”, impartido por el Centro Nacional de Recursos Genéticos (CNRG) del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP). Este proyecto se realizó al amparo del Programa Conjunto México-Japón (JMPP, por sus siglas en inglés), con el que la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID) y la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA) promueven la cooperación conjunta en América Latina.
Durante los últimos nueve años, Japón ha apoyado a México en la creación de este importante centro nacional de investigación. El curso internacional es la continuación del proyecto de cooperación científica bilateral denominado “Valoración de la diversidad y el desarrollo del uso sustentable de los recursos genéticos en México”, realizado entre 2012 y 2016 con la Universidad de Tsukuba, que permitió establecer un sistema para la conservación estable y un sistema para la mejora del germoplasma de seis especies originarias e importantes para nuestro México: chayote, cacao, aguacate, amaranto, nopal y tomate verde.
Durante los tres años que se impartió el curso internacional, los 60 participantes de 16 países de Latinoamérica actualizaron sus conocimientos, métodos, técnicas y aplicaciones tecnologías para mejorar las condiciones de resguardo y conservación en sus respectivos bancos de germoplasma. El programa de entrenamiento abarcó tres grandes temáticas: en 2017, plataformas informáticas para el manejo eficiente de bases de datos; en 2018 se impartió adiestramiento en herramientas moleculares, tema indispensable para la correcta y eficaz conservación del germoplasma vegetal. Finalmente, en 2019 se capacitó en técnicas de cultivo de tejidos in vitro con enfoque en la conservación de aquellas especies en las cuales no sea factible el resguardo a largo plazo de sus semillas, como son la técnica de crecimiento mínimo y la criopreservación de tejidos.
