Este día se cumple el primer año de vida de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID), cuyas principales tareas se refieren al diseño, concertación y coordinación de programas, proyectos y acciones de cooperación internacional de México, con el propósito de apoyar el desarrollo sustentable del país y el de los países socios de esta cooperación.

A lo largo de 12 meses, la AMEXCID ha desarrollado grandes esfuerzos para establecer los pilares previstos en la Ley de Cooperación Internacional para el Desarrollo (LCID): el Consejo Consultivo, el Programa de Cooperación, el Fondo de Cooperación y el Registro de Cooperación.

Durante su primer año la AMEXCID concretó acuerdos de cooperación técnica, científica y educativa; concertó esquemas de recepción y oferta de becas para estudios de licenciatura y posgrado, así como estadías de actualización profesional; promovió oportunidades comerciales y de inversión y llevó a cabo múltiples iniciativas consecuentes con el proceso de integración mesoamericano.

México colaboró de manera plural y diversificada con el mundo. Como receptor y oferente de cooperación, solo o en compañía de otros países y organismos internacionales; bajo esquemas regionales y triangulares; en el marco de iniciativas público-privadas o al amparo de iniciativas multilaterales. Japón, Alemania, España y Estados Unidos fueron los socios más cercanos de la AMEXCID para efectos de la cooperación recibida, en tanto que Centroamérica, la América andina y el Caribe representaron las subregiones principalmente beneficiarias de la cooperación mexicana.

Mención especial requiere el apoyo brindado a Haití, cuyo punto culminante lo constituyó la visita del Presidente Felipe Calderón en abril de 2012, durante la cual se hizo entrega de tres escuelas, dos centros de salud y un centro de atención integral para la población más necesitada.

En el espacio de la cooperación Sur-Sur, la relación más dinámica se desplegó con las agencias de Colombia, Chile, y Uruguay. Al amparo del fondo México –Chile se financiaron 12 proyectos de cooperación en 2011 y para este año se prevé hacer lo propio con un número similar. Con Uruguay, se vislumbra apoyar cinco proyectos en el primer año de operación del fondo con ese país.

En la esfera de la cooperación técnica y científica se ejecutaron 644 proyectos. De ellos, 380 fueron recibidos de países desarrollados, 202 los brindó México y 62 más se llevaron a cabo con países de similar nivel de desarrollo en un ejercicio de colaboración Sur-Sur. Se suscribieron además 44 acuerdos, convenios y memoranda de colaboración con diversas contrapartes.

En el ámbito de la cooperación educativa y cultural se recibieron y otorgaron mil 451 becas a mexicanos y extranjeros, y se suscribieron 14 convenios con igual número de países.

En materia de cooperación económica, la Agencia apoyó la participación mexicana en 213 reuniones de alto nivel en todos los continentes, destacando las relativas a la negociación y suscripción del Acuerdo Marco de la Alianza del Pacífico (Chile, Colombia, México y Perú). En cuanto a las actividades de cooperación con el sector privado, la Agencia respaldó la celebración de 25 eventos internacionales, entre los que destacan el Foro Económico Mundial Latinoamérica, la Cumbre de Negocios del B20 y la Exposición Tecnológica Green Solutions.

A través del Proyecto de Integración y Desarrollo de Mesoamérica (PM), se promovió el financiamiento de programas y proyectos con relevancia para el desarrollo de la región. Así, el 5 de diciembre de 2011, el gobierno de México constituyó el Fondo de Infraestructura para Países de Mesoamérica y el Caribe (Acuerdo de Yucatán), con un monto inicial de 160 millones de dólares. Hasta el momento, Honduras y Nicaragua han sido los primeros países favorecidos con recursos de este Fondo en el renglón de la infraestructura. En el eje social del este Programa, iniciaron proyectos en materia de salud (insertos en el Sistema Mesoamericano de Salud Pública), cofinanciados por las fundaciones Bill y Belinda Gates y Carso para la Salud, así como por el gobierno de España.

Al mismo tiempo se desarrolló una amplia actividad en foros y organismos multilaterales como el Grupo de Trabajo para el Desarrollo del G20, donde Mexico, a través de la AMEXCID, ocupa la Presidencia. Un esfuerzo igualmente intenso se registró en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y en el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas (ECOSOC), con el propósito de incidir en el rediseño de la arquitectura de la cooperación internacional para el desarrollo. En el plano regional, dentro de la Alianza del Pacífico, destacó la construcción de la agenda en la materia alrededor de temas ambientales, turísticos y de competitividad de las pequeñas y medianas empresas.

 Los sectores con mayor cooperación hasta el momento son: medio ambiente y cambio climático, la promoción de PYMES, la salud, la educación y el desarrollo rural. La ayuda humanitaria también ha ocupado un lugar relevante en las actividades de la AMEXCID, como lo revelaron los apoyos brindados en el periodo reseñado a El Salvador, Nicaragua, Turquía y Honduras ante las situaciones de emergencia que enfrentaron esos países.

Se han impulsado paralelamente esquemas incluyentes de diálogo y concertación, con organizaciones de la sociedad civil, del sector privado e instituciones académicas. La interacción con gobiernos locales también ha constituido una prioridad institucional, como lo ha sostenido Rogelio Granguillhome, Director Ejecutivo de la Agencia: ésta “ha merecido el reconocimiento de la comunidad internacional, aunque ciertamente quedan muchas tareas por hacer, a fin de llegar a una etapa de plena madurez institucional”.

Así, la administración del Presidente Calderón heredará una política de cooperación internacional, dinámica y vanguardista, con una base de sustentación sistémica e integral en beneficio claro para los intereses nacionales.