México ha evolucionado como potencia económica emergente convirtiéndose en un campeón de la Cooperación Sur-Sur (CSS) en América Latina. Reconocemos que las alianzas innovadoras –aquellas que buscan responder a los contextos únicos de cada país- son clave para cumplir con los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y la Agenda de Acción de Addis Abeba, así como para demostrar el aumento en la relevancia de la CSS para la erradicación de la pobreza y el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, además de incentivar los esfuerzos para el fortalecimiento de la eficacia en esta modalidad de cooperación.

Desde su creación en el año 2011, la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID) se ha encargado de atender los asuntos relacionados con la Cooperación internacional para el Desarrollo. México contribuye en este aspecto, al compartir sus experiencias de éxito, fortalecer las capacidades de sus socios e intercambiar recursos con los países en desarrollo, especialmente enfocándose en la región de América Central y el Caribe. A la par de estos esfuerzos, México trabaja con socios que le permitan fortalecer sus propias capacidades institucionales. En ese sentido, nuestro país ha asumido un papel activo en materia de CSS, particularmente en mejorar la transparencia, así como el análisis y sistematización de la información. Ejemplo de ello, es la cuantificación de la oferta mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo, un ejercicio anual que forma parte de las actividades del Registro Nacional de Cooperación Internacional para el Desarrollo (RENCID).

La participación de México como uno de los 25 miembros del Comité Directivo de la Alianza Global para la Cooperación Eficaz al Desarrollo (AGCED)  y como uno de los dos representantes de países receptores y proveedores de cooperación demuestra la posición clave que ocupa nuestro país al ser un socio de carácter dual. Adicionalmente, México se desempeñó como uno de los tres Co-Presidentes del Comité Directivo de la AGCED, durante el periodo comprendido entre 2014-2016, dándole continuidad a su compromiso de transmitir su conocimiento y experiencias dentro de esta red global.

Como parte de la ronda de monitoreo de la AGCED en 2016, México examinó la posibilidad de aplicar los indicadores del monitoreo de la Alianza Global a su contexto como socio dual (proveedor y receptor) de  cooperación al desarrollo.  Trabajando en este sentido, México se ha convertido en líder de los esfuerzos para desarrollar e implementar una metodología de monitoreo para la efectividad de la CSS.

El primer paso para el desarrollo de un enfoque de monitoreo en la efectividad de la CSS fue desarrollar un programa piloto. Posteriormente, México con el apoyo del gobierno alemán y el PNUD, utilizó dicho piloto para conducir un ejercicio de recolección de datos a nivel nacional, en el marco de la Ronda de Monitoreo de la Alianza Global del 2018. El proceso culminó con la organización de un taller multiactor para generar diálogos en torno a los resultados obtenidos durante el ejercicio de monitoreo, así como para la contextualización del proceso mismo.

Como resultado de este taller, el cual contó con la participación de Argentina -otro país con carácter dual- El Salvador y Honduras -países receptores- además de la sociedad civil, el sector privado, los gobiernos locales y países oferentes, surgieron diversas áreas de oportunidad y progreso.

Las principales lecciones producto del ejercicio de monitoreo de México, mostraron que a pesar de los grandes avances que se han realizado, aún existe oportunidad para mejorar la orientación al enfoque en resultados de los proyectos de cooperación, a través de la incorporación de objetivos, procesos de monitoreo e indicadores de evaluación. Más aún, resulta esencial la asignación de presupuestos acordes con los objetivos y alcances que se pretenden lograr de acuerdo al Programa de Cooperación Internacional para el Desarrollo. Ello debe ir acompañado de programas integrales de capacitación para las múltiples partes interesadas en la CSS, incluyendo también a actores subnacionales. Este aspecto resulta clave para promover  alianzas multiactor que permitan acelerar la implementación de los Objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, además de incorporar y hacer más visible la relevancia de la perspectiva de género en la cooperación mexicana.

Los resultados iniciales fueron presentados por el Gobierno de México durante un evento paralelo que tuvo lugar en PABA +40. El evento reunió a los representantes de diferentes países que de alguna manera han desarrollado iniciativas a nivel nacional para evaluar la eficacia de la CSS, discutiendo sobre la importancia de estos esfuerzos. Las recomendaciones emanadas de este evento serán útiles para los países de renta media, así como para aquellos con carácter dual en la cooperación internacional para el desarrollo. Dada la naturaleza multiactor de las soluciones propuestas, tanto las organizaciones de la sociedad civil, el sector privado y los países oferentes, pueden verse igualmente beneficiados por estas ideas.

En tanto nos encontramos en el proceso de planeación de la Primera Reunión de Nivel Superior 2019 de la AGCED, que tendrá lugar el próximo 13 y 14 de julio en Nueva York, en el marco del Foro Político de Alto Nivel de 2019, México se propone expandir esta red de eficacia, adoptándola para responder a los desafíos específicos de su contexto. México tiene certeza de que la eficacia es un sinónimo de la Agenda 2030 y con ello en mente, una mayor eficacia en la CSS puede ayudar a fortalecer la contribución de México en el cumplimiento de los ODS, no solo al interior de nuestro país, sino aún más allá de nuestras fronteras.

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