En los últimos años hemos podido ver los tsunamis que han ocurrido en países lejanos como Indonesia y Japón, y las terribles pérdidas humanas y materiales que han dejado a su paso. Por la distancia entre esos países y México, podríamos pensar que un tsunami no podría ocurrir aquí, sin embargo hay evidencia de que ya se han presentado y podrían volver a suceder, por lo que debemos prepararnos.

En 2015 México y Japón iniciaron un proyecto de cooperación científica para evaluar el peligro asociado a grandes terremotos y tsunamis en las costas del Pacífico mexicano para la mitigación de desastres. En él participan destacados científicos y expertos del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), del Centro Nacional para la Prevención de Desastres (CENAPRED) y de las universidades japonesas de Kioto y Tokio.

¿Cómo nos prepararemos?

Con el apoyo, tecnología y experiencia japonesa, en noviembre de 2017 científicos de ambos países instalarán sensores sísmicos en la Brecha de Guerrero para analizar el movimiento de la placa tectónica. Con la información que obtengan, desarrollarán modelos computacionales de sismos y tsunamis, así como mapas de inundación en las costas del Pacífico.

Dicha información permitirá el establecimiento de medidas de protección civil para la población que habita a lo largo de la costa de Guerrero. El trabajo con la comunidad ya ha comenzado, por lo que expertos japoneses colaboran con la Secretaría de Protección Civil de Guerrero, el Municipio de Zihuatanejo y autoridades educativas para mejorar los planes de respuesta y la preparación de la población.

Parte de ese trabajo, es la participación de las instituciones vinculadas al proyecto en el Día Mundial de Concienciación sobre los Tsunamis, que se conmemora cada año el 5 de noviembre. En 2017 se realizará un evento en el Municipio de Zihuatanejo para difundir medidas de prevención a través de infografías, actividades lúdicas y maquetas interactivas para impulsar la cultura de la autoprotección.

Durante los cinco años de vigencia del proyecto, se desarrollarán investigaciones científicas sin precedente en México para entender mejor la interacción entre diferentes tipos de sismos en la región y su eventual relación con la futura ocurrencia de terremotos potencialmente devastadores. Esta cooperación científica internacional se lleva a cabo en el marco del programa Science and Technology Research Partnership for Sustainable Development (SATREPS) que auspician las agencias japonesas de cooperación internacional, JICA, y de ciencia y tecnología, JST.

Este proyecto nos permite compartir lo mejor de México para reducir el riesgo de desastres.