Estos espacios constituyen un mecanismo de acceso al intercambio de experiencias y mejores prácticas, así como la definición de estándares, objetivos y principios comunes para mejorar la cooperación al desarrollo y la forma en que los países y socios interactuamos.

En estos espacios, México ha tenido un papel distintivo y durante 2016 se confirmó nuestra posición como puente entre países desarrollados –donantes tradicionales— y países cooperantes del sur. En este contexto hemos dado visibilidad a los esfuerzos como Agencia y el de las instituciones con las que trabajamos para hacer una cooperación más sólida y sostenible. Además, hemos liderado iniciativas con la finalidad de mejorar las formas y resultados de la cooperación a nivel global.

Como promotor de la eficacia de la cooperación

A nivel global, desde la  AMEXCID tuvimos la oportunidad de llevar la voz de los países de renta media que son tanto oferentes como receptores de cooperación al ser copresidente de la Alianza Global para la Cooperación Eficaz para el Desarrollo. La relevancia de copresidir este foro reside en tres principales elementos:

  • Va más allá del diálogo intergubernamental. Sienta a la mesa a la sociedad civil, sector privado, gobiernos locales, parlamentarios y fundaciones como actores con voz y decisión.
  • Contribuye a la definición de estándares de colaboración a través de metodologías de monitoreo y revisión que dan cuenta del grado de cumplimiento de los países en adecuar la cooperación a las prioridades nacionales, de transparencia y mutua rendición de cuentas y de inclusión
  • Reconoce que las dinámicas de cooperación para el desarrollo evolucionan, dando cabida a intercambios que van más allá de la dualidad tradicional entre donantes y receptores de ayuda para el desarrollo.

Entre 2014 y 2016 buscamos que se reconociera a nivel global la aportación diferencial de la Cooperación Sur-Sur (CSS), que se concentra en la contribución a partir del intercambio de experiencias en materia de política pública exitosa.

También impulsamos un análisis más riguroso de la eficacia de la cooperación al desarrollo, incluida la Cooperación Sur-Sur. Además impulsamos mayores sinergias con otros actores (sociedad civil, parlamentarios, sector privado y gobiernos locales) para el desarrollo de proyectos de cooperación con la finalidad de “no dejar a nadie atrás”. 

Como promotor de la CSS

Así como en 2016 finalizó nuestro liderazgo en un foro global, también iniciamos una nueva fase ahora enfocada a la región. En mayo asumimos la presidencia del Comité de CSS de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) para el periodo 2016-2018.

En congruencia con nuestra misión  y el compromiso por una cooperación más rigurosa y eficaz, presentamos la propuesta de aprovechar el foro latinoamericano para intercambiar experiencias en la implementación de la Agenda 2030, promover asociaciones entre diversos actores para ampliar el alcance de la CSS y continuar revisando las metodologías para la ejecución y medición de la cooperación que se realiza entre los países de la región.   

Desde nuestra creación como Agencia a partir del el marco legal que nos rige, diferentes países han expresado interés en conocer el proceso de creación de la Ley mexicana de cooperación internacional para el desarrollo, los mecanismos de registro y metodologías de cuantificación de nuestra cooperación, la creación de la AMEXCID, así como la operación de proyectos y nuestra estrategia de comunicación. 

Ante este interés, la AMEXCID organizó un encuentro para compartir nuestra experiencia en la construcción del Sistema Mexicano de Cooperación Internacional para el Desarrollo con 11 países (Argelia, Argentina, Brasil, Benín, Colombia, Costa Rica, Filipinas, Honduras, Palestina, Paraguay y Uruguay). Este encuentro evidenció la esencia de la CSS: un diálogo abierto en el que compartimos lo que funcionó, lo que no funcionó y el aprendizaje de conformar una nueva institución.

Como actor comprometido con la implementación de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible

En 2015 se aprobó la nueva agenda de desarrollo que nos marca la ruta a seguir.  A partir de entonces inició el proceso de análisis y preparación para su implementación nacional, lo que implica una coordinación más estrecha entre las diferentes dependencias y entidades de la Administración Pública Federal (APF) y con el resto de los actores.

En la  AMEXCID tenemos  una responsabilidad especial con el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 17 enfocado a fortalecer los medios necesarios para la implementación de la Agenda, entre ellos, la cooperación y el intercambio de experiencias, así como la revitalización de la alianza global para el desarrollo sostenible. En línea con ello, contribuimos desde diferentes frentes: 

  • Participamos en el Comité Técnico Especializado de los ODS, mecanismo liderado por Presidencia, Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y Consejo Nacional de Población (CONAPO) para el seguimiento nacional de los indicadores.
  • Junto con el PNUD, brindamos apoyo a Presidencia para avanzar la Estrategia Nacional para la Implementación de la Agenda 2030.
  • Alineamos la oferta y recepción de cooperación a las prioridades nacionales e identificamos a qué ODS contribuye cada proyecto.
  • Impulsamos la colaboración con diferentes actores, sea a través de la Alianza por la Sostenibilidad con el sector privado, o a través de una mejor identificación de la cooperación que realizamos con los gobiernos locales o a través de un diálogo cercano con el Senado sobre la función de los parlamentarios en facilitar el desarrollo sostenible.

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