Para la Presidencia de la República, es prioritario atender la necesidad de aliviar la saturación que actualmente sufre el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) a través del Sistema Aeroportuario Metropolitano (SAM) conformado por el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), el Aeropuerto Internacional de Toluca (AIT) y el nuevo Aeropuerto Internacional de Santa Lucía “General Felipe Ángeles” (AISL), que pretende a su vez coadyuvar en el crecimiento económico del país, con la interacción de los sectores público y privado en ámbitos comerciales, turísticos, industriales, financieros y sociales.
Por ello, a principios de la actual administración (2018-2024), el Presidente de México encomendó la construcción de un nuevo Aeropuerto Internacional en Santa Lucía, Estado de México (AISL) a la Secretaría de la Defensa Nacional, a través de un agrupamiento conformado por Ingenieros Militares de todas las especialidades.
La Base Aérea Militar No. 1 Santa Lucía, Méx., cuenta con un terreno de 2,331 Ha, destinando 1,531 Ha para dicho Aeropuerto y el resto para la reubicación de las instalaciones del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos que actualmente se encuentran en esta Base Aérea Militar.
Se prevé construir este aeropuerto en dos fases. La primera se estima que esté en operación dentro de un periodo de tres años atendiendo una demanda de 20 millones de pasajeros anuales así como 350 mil ton/año de carga, con la ampliación de la pista existente y la construcción de dos pistas más, destinando una de estas para uso militar, así como calles de rodaje, plataformas, torre de control, terminal de pasajeros e instalaciones para servicios complementarios y comerciales.
La segunda y última fase, con la cual se alcanzará una capacidad de 80 millones de pasajeros anuales, se contempla la ampliación de la terminal de pasajeros, calles de rodaje, plataformas, ampliación de la zona de carga para lograr el movimiento de 700 mil ton/año e instalaciones de servicios complementarios y comerciales.
Es de gran importancia señalar que, en colaboración con diversas empresas, dependencias y organismos nacionales e internacionales se pretende dar cumplimiento a la normativa internacional de la Organización de Aviación Civil (OACI), de la cual nuestro país es un estado miembro, para la autorización y certificación del aeropuerto por parte de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), garantizando en todo momento la seguridad de los pasajeros y habitantes de la zona, así como al cumplimiento de estándares, normas y legislación nacional en materia ambiental, de seguridad y jurídica, entre otras.