Con el propósito de evitar el riesgo que representa la presencia de aves y cualquier tipo de fauna para las aeronaves y las operaciones, el AICM utiliza aguilillas, halcones y perros de acoso bien entrenados que desalojan, sin cazar, a las aves silvestres, perros y roedores que llegan a la zona de pistas, plataformas y áreas verdes.
Además, aplica métodos sonoros y visuales como cañones de gas, megáfonos y aerolaser para mantener a raya a 76 especies de organismos volátiles, 5 de mamíferos y 3 de reptiles. Usa plaguicidas y rodenticidas para acabar con los roedores e insectos, principal alimento de los pájaros intrusos.
Todos estos procedimientos son amigables con el medio ambiente y están autorizados por la Semarnat, su objetivo es mitigar los riesgos de que ocurran accidentes debido al impacto de aves o mamíferos con los aviones.
Las garzas, aguilillas, aguilillas cola roja y zanates, además de los perros, representan el mayor riesgo para las operaciones aéreas. Es por ello que el equipo de Control de Fauna trabaja sin descanso a pesar de la actual pandemia ocasionada por el Covid-19.
Con el apoyo de cuatro perros de acoso, siete aguilillas de Harris y dos halcones entrenados, este importante grupo de trabajo, garantiza la seguridad de pasajeros, aeronaves e instalaciones aeroportuarias.