Hacia finales de 2013, se detectó la presencia de una plaga sin precedentes en territorio nacional: el pulgón amarillo del sorgo, un insecto de origen africano que se alimenta de las plantas de granos y cereales tales como el sorgo, la avena, el trigo, la cebada e incluso la caña de azúcar. Los estados más afectados fueron: Sinaloa, Guanajuato, Michoacán, Nayarit, Morelos, Jalisco y San Luis Potosí.

El pulgón amarillo, científicamente denominado Melanaphis sacchari, es un insecto que pertenece a la familia de los áfidos. Las infestaciones de esta plaga no sólo ocasionan disminuciones de hasta un 77 por ciento en los rendimientos de los cultivos mencionados, sino que pueden conducir a la pérdida total de plantaciones, como fue el caso del estado de Tamaulipas ante la aparición del pulgón amarillo. Productores de sorgo de distintos municipios de la región reportaron afectaciones que llegaron a representar incluso el 100 por ciento de sus cultivos.

En la actualidad, el Gobierno de México opera un Programa Fitosanitario Contra el Pulgón Amarillo del Sorgo para controlar esta plaga. El programa se encuentra a cargo del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA) y está conformado por diferentes acciones: labores de muestreo y exploración en cultivos para detectar la presencia de pulgones; control de plagas mediante agentes químicos y biológicos amigables con el medioambiente; así como capacitaciones sobre buenas prácticas de cultivo para los productores.

Ante esta problemática en el sector agrícola; los cuatro organismos del Nuevo Sistema de Financiamiento Rural Integral coordinan esfuerzos para proteger a los productores rurales y a su patrimonio a través de diversas acciones para seguir erradicando esta plaga.

De esta manera, AGROASEMEX ofrece diferentes esquemas de reaseguramiento agrícola contra riesgos biológicos como la plaga del pulgón amarillo del sorgo; en Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero (FND), se diseñan productos de crédito que estén vinculados a pólizas de seguro con el fin de mantener la capacidad productiva de los agricultores. En tanto el Fondo de Capitalización e Inversión del Sector Rural (FOCIR) como el Fideicomiso de Riesgo Compartido (FIRCO) otorgan capital para financiar proyectos de agricultura protegida capaces de resistir los embates de distintos tipos de plagas.

Las disminuciones en los rendimientos del sorgo, así como la posibilidad de pérdida total de las cosechas por causa de las afectaciones del pulgón amarillo, hacen que el control de esta plaga sea una prioridad fitosanitaria. De acuerdo con estimaciones del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), la producción de sorgo se extiende por 1.3 millones de hectáreas en el país, las cuales reporta cosechas valuadas en más de 15.9 mil millones de pesos anuales.

De forma adicional a las acciones emprendidas por el Gobierno de México para el control del pulgón amarillo que se reportan, el SENASICA, el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), así como los cuatro organismos que integran el Nuevo Sistema de Financiamiento Rural Integral, recomiendan a los agricultores:

  • Retirar la soca del sorgo, así como hacer el corte del sorgo forrajero y de la maleza presente en la parcela durante los meses de otoño, antes de iniciar un nuevo cultivo;
  • Sembrar de forma temprana para evitar grandes concentraciones de humedad a partir de las cuales se puedan desarrollar pulgones;
  • Colocar trampas amarillas con agua para atrapar pulgones; y
  • Mejorar constantemente condiciones de riego y fertilización de la parcela.