El mamey es uno de los frutos altamente recomendables para preparar aguas frescas.

De la familia Sapotaceae, el mamey, se distingue por su forma ovoide,  cáscara delgada con textura áspera en color café claro y pulpa de color salmón y sabor  dulce.

El 70 por ciento del mamey se compone de agua, proporciona además  calcio, hierro, grasa,  fibra, y especialmente proteína, sodio, potasio e hidratos de carbono.

Los productores del fruto, reportan que esta temporada enfrentan una sobreproducción que repercute en un bajo costo que puede ser aprovechado por los consumidores en apoyo a los productores, además de adquirir beneficios a la salud, por su sabor y valor nutricional.

Desde que se siembra hasta que florea, el mamey  tarda tres años, pero a los 4 años ya genera  sus primeros frutos; pasando los 15 años, cada árbol puede producir hasta media tonelada de frutos, éstos maduran rápidamente durante los meses de abril y mayo, y se cosechan de enero a julio, resultando  casi seis meses de cosecha.

Yucatán es el principal productor de mamey a nivel nacional.

Se cultiva en una superficie de 507 hectáreas ubicadas en los municipios de Akil (con 240 hectáreas sembradas de la empresa Huertas Magaña)  además de Ticul, Tekax y Oxkutzcacab

La superficie cosechada es de aproximadamente 447 hectáreas que generan una producción de 11,084 toneladas.

Guerrero es el segundo Estado con mayor producción de hectáreas sembradas, seguidos de Quintana Roo,  Chiapas, Michoacán y Tabasco

La estadística nacional indica que la producción total de mamey en México supera las 17 mil toneladas en virtud de la elevada demanda que tiene a nivel nacional y en el extranjero, principalmente Asia y Europa.

Recuerde consumirlo con moderación si usted padece diabetes