Únicas en su género, sin vegetales, con sal y limón, salsas picantes y tortillas, las carnitas y el chicharrón de cerdo son desde tiempos remotos, una suculenta botana a la que es muy difícil resistirse.

Si bien, existen muchos mitos relacionados al consumo de carne de cerdo y sus derivados, como en este caso las llamadas "carnitas" y "chicharrones", lo cierto es resulta una excelente fuente de vitamina B1, según los expertos.

De acuerdo con la historia, fue desde la llegada de los españoles a México, que los habitantes de este país iniciaron con la crianza y consumo de la carne de cerdo, al grado tal que existen entidades en las que representa una de las principales actividades productivas.

En Tabasco, se estima que hay una producción  anual cercana a las 12 mil 300 toneladas de carne en canal de porcino, pues se cuenta con una capacidad instalada mensual para el sacrificio de más de 600 cabezas en el sector privado y a nivel municipal.

A diferencia de otras especies, el cerdo casi en su totalidad es aprovechado por los seres humanos. La piel o "cuerito" son convertidos en chicharrón que se come regularmente en tacos, la carne además de freírla o ponerla al asador se utiliza en una gran variedad de platillos, lo mismo que las extremidades que terminan en Escabeche o disecadas para acompañar el caldo de frijoles, la cabeza, las vísceras, las orejas, la cola o terminan en tacos y sino en tamalitos, etcétera.

Pero, ¿sabías que el cerdo es de los animales que se considera de los más limpios?  Si se bañan en barro o lodo es simplemente para mantener su temperatura corporal baja, ya que estos animales son incapaces de sudar, además esta actividad contribuye a eliminar parásitos y demás agentes infecciosos alojados sobre la piel.