En México, el Día de muertos es una de las celebraciones más importantes ya que se honra a los difuntos con altares y la visita a panteones, el 1 y 2 de noviembre son días en los que podemos apreciar el color y olor más intenso de la flor de cempasúchil, de acuerdo a la tradición esta flor es utilizada para hacer un camino desde la entrada hasta el altar de los hogares para guiar a las almas hacia los altares; desde la época prehispánica se considera un símbolo de vida y muerte.

 

De acuerdo con el Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas (SNICS) las especies que conforman al grupo cempoalxóchitl pertenecen al género Tagetes, que significa plantas herbáceas anuales; en México se reporta la presencia de 35 especies de las 58 referidas en América.

Durante los meses de junio y julio, campesinos inician con la siembra de la semilla en almácigos y un mes después se realiza el trasplante a la parcela la cual es dispuesta en surcos a una o doble fila, para posteriormente ser cortada a finales del mes de octubre y principios de noviembre.

Hidalgo ocupa el 3° lugar en superficie sembrada de esta flor, durante el año 2020 se tuvo una producción de 1,217 toneladas con un valor anual de más de $ 3 millones de pesos, siendo el municipio de Tula de Allende quien aporta más del 50% de la producción estatal.

La demanda ha aumentado debido a la variedad de usos que han sido desarrollados para esta bella flor mexicana, puede ser utilizada para fines ornamentales (especialmente en ceremonias religiosas), de igual manera se le atribuyen propiedades medicinales, se usa como complemento del alimento de aves de corral, para dar color a textiles y elaborar insecticidas.

Cabe destacar que dentro de las fiestas tradicionales juegan un papel muy importante los #HéroesDeLaAlimentación ya que con suficiente tiempo cultivan los productos agrícolas y crían las especies pecuarias que ofrendan a sus fieles difuntos.