Una de las tradiciones más representativas de la cultura mexicana es la celebración del “Día de Muertos”, también conocida como fiesta de “Todos los Santos” o “Fieles Difuntos”, que se realiza anualmente a principios del mes de noviembre.

Un distintivo fundamental en esta festividad, es el uso de la flor de cempasúchil para adornar los hogares de los mexicanos, así como los altares y ofrendas que se preparan para honrar a los muertos y los cementerios donde descansan, pues ha sido considerada un símbolo de vida y muerte.

La flor de cempasúchil, también llamada cempoaltxóchil, flor de muerto, flor de los 400 pétalos o veinte flores, es una planta de tonalidades amarillas o naranjas, color por el que desde la época prehispánica los mexicas la asociaban con el sol y la colocaban en las tumbas, pues creían que guardaba la tibieza del día y por su fuerte aroma guiaba a los muertos.

Nativa de México, esta bella flor, cuyo nombre deriva del náhuatl y quiere decir “flor de la veintena” (compuesta por “cempohuali”, que es el número 20 y “xochitl” que significa flor) también se utilizaba para empolvar la cara de los prisioneros antes de su sacrificio para que no sintieran la muerte.

 

/cms/uploads/image/file/934239/Cempas_chil_ofrenda_1.jpeg

 

Se ha asociado el uso del cempasúchil en la ceremonia de los muertos, a la continuidad cultural de la celebración agrícola por el logro de la cosecha, festividad que tenía lugar el 1 y 2 de noviembre; por ello, en la edificación de los altares se ofrendaban productos de origen agrícola, como las flores, con las que se daba la bienvenida a los visitantes, costumbre prehispánica que aún prevalece.

Actualmente, durante esta época del año, se colocan senderos con esta emblemática flor, desde la entrada principal de los hogares hasta donde se encuentra el altar, con el objetivo de que las almas de los muertos sean guiadas hacia la ofrenda preparada en su honor.

Tradición ancestral, llena de color y aroma, el uso de la flor de cempasúchil se mantiene hasta nuestros días como parte de nuestra identidad nacional en todos los rincones del país, de ahí que se le conoce como miccailhuitl en náhuatl, ninín en totonaco, xantolo en huasteco y animechakejtzitakuca en purépecha, entre otros vocablos de lenguas indígenas, con lo que se muestra el profundo significado cultural que tiene para los mexicanos.

El cempasúchil en cifras 2023:

Nacional

  • Mil 558 gruesas
  • 21 mil 355 toneladas  
  • 518 mil 712 manojos
  • Dos millones 368 mil 200 plantas

Fuente: Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP).