Por casi 300 años, tiempo que duró la Colonia en nuestro país, la gastronomía de las culturas prehispánicas tuvo un proceso de mestizaje con la de los europeos, dando como resultado la base de nuestra gastronomía actual.

Durante esa época el maíz, los frijoles y el chile continuaron siendo muy importantes en la cocina, pero con la llegada de productos como la carne de cerdo, res, pollo, el trigo y el arroz, alimentos fundamentales en la dieta de los europeos, se crearon nuevos platillos, muchos de ellos, joyas actuales de nuestra gastronomía.

Como resultado de este mestizaje, el menú diario de los mestizos era el siguiente: a las cinco de la mañana una taza de chocolate o atole con pan de dulce; en el almuerzo degustaban un guiso de carne de res, pollo o puerco y un plato de frijoles, acompañado de un buen vaso de pulque.

La comida comenzaba con una sopa o un caldo de gallina con limón seguido por una porción de arroz o fideos, después el plato principal, que consistía en un guiso de carne, para terminar, el postre consistía en una fruta.

Mientras que en Europa a  las seis de la tarde tomaban un té, su equivalente en la Nueva España estaba compuesto de un chocolate caliente acompañado de un pan de dulce y, finalmente, para la cena comían un plato fuerte acompañado de frijoles.

Este menú representa perfectamente la combinación de ambas culturas pero también demuestra que a pesar de la colonización la gastronomía de nuestros antepasados sigue predominando en la dieta de los mexicanos.

¡Viva México!