Este mes de mayo el Gobierno de la República firmó el decreto por el cual se expide la Ley de Fomento a la Industria Vitivinícola impulsada por los productores, industriales y gobernadores de los 11 estados que producen uva y vino, ésta será el marco jurídico de referencia nacional para la coordinación de actores que fomenten al sector vitivinícola desde el sector primario hasta la industria de la transformación y finalmente la comercialización.

Actualmente, podemos decir que la producción del vino mexicano está adquiriendo relevancia a nivel nacional e internacional, por su “sazón”, frescura, variedad y origen, lo que suma a la oferta de sabores, para engrandecer y diversificar la gastronómica mundial.

Así que es importante fortalecer la capacidades técnicas y científicas en la transformación de los productos de la vid, tal es el caso del vino mexicano, donde la ley busca promover la diversidad y alta calidad de los vinos nacionales, promover la expansión acelerada de la producción de vinos en México así como recuperar el consumo interno e internacional, esto último mediante el establecimiento de una marca mexicana de vinos.

La SAGARPA jugará un papel importante al interior de este nuevo mecanismo legal, aunque ya desde 2016, a través de la Subsecretaría de Agricultura, impulsó la re-incorporación de México en la Organización Internacional de la Viña y el Vino, así como su estrecha colaboración con el Consejo Mexicano Vitivinícola AC. (CMV)  ha permitido que se establezcan mecanismos oportunos para la cooperación internacional en beneficio de productores y consumidores mexicanos en el seno de dicho organismo internacional.

Todo este esfuerzo bien vale la pena, pues la producción de uva para vino en México asciende a 6,474 hectáreas, donde Baja California concentra el mayor porcentaje de producción con un 57% del total de los 11 estados productores.

Por supuesto que parte importante es fomentar su consumo y posicionar el vino nacional en el gusto de los mexicanos, y ¡claro que se puede! porque tenemos todo, pero encima de cualquier cosa contamos con el trabajo de mujeres y hombres de México apasionados por la tierra, la uva y el vino.