La materia orgánica del suelo consiste en una amplia gama de sustancias orgánicas que incluyen organismos vivos, la biomasa del suelo, restos de organismos y compuestos orgánicos producidos.  Esta nos ayuda a regular la fertilidad química, así como el mantenimiento de la biodiversidad y la estructura física de los suelos. 

Algunas de las acciones que permiten mejorar el contenido de materia orgánica del suelo de manera sostenible son: 

  • Adición de residuos vegetales, abono verde: Los residuos vegetales son la capa de materia orgánica viva y muerta que se ubica entre la materia verde y la superficie del suelo. El abono verde son plantas con capacidad de adaptarse a diversos suelos y climas, de rápido crecimiento y alto poder de producción de material vegetativo que se cultivan con el fin de proteger y recuperar el suelo. 

  • Labranza reducida: Ésta evita un aflojamiento profundo e intenso del suelo, conserva mejor la estructura y biología del suelo, ralentiza la descomposición del humus, mejora la capacidad de carga, la sensibilidad a la erosión y la dotación de agua del suelo.

  • Manejo sostenible del agua: El agua es un insumo fundamental para la producción agrícola y desempeña un papel importante en la seguridad alimentaria. 

  • Manejo sostenible de las pasturas y el pastoreo: El sobrepastoreo y la frecuencia de uso puede provocar la reducción de las mejores especies forrajeras, el incremento en suelos desnudos y mayores pérdidas del agua de lluvia y del suelo. 

  • Mezcla de variedades de cultivos

    • Cultivos intercalados: Consiste en cultivar varias especies intercaladas entre sí durante la misma temporada, como alternativa al monocultivo.

    • Rotación de cultivos: Ayuda a prevenir enfermedades del suelo, plagas de insectos, problemas de malezas y para establecer suelos sanos. 

  • Uso racional de fertilizantes: Una fertilización racional produce mayores rendimientos, proporciona cosechas de mejor calidad y mantiene viva la fertilidad del suelo para los siguientes años.