Esto indica el cambio de estación, pero también en las variedades de estos alimentos. El momento de decir: “adiós melones y sandías, y recibir con los brazos abiertos a las granadas y calabazas”, ha llegado.
Cada temporada del año trae consigo a un grupo de frutas y verduras sanas y ricas, que por sus propiedades aportan los nutrientes necesarios con los que el cuerpo se prepara para el cambio de temperatura propio de cada estación.
Así, vemos que mientras que la mayoría de los alimentos en cuestión que crecen durante la primavera y el verano se consumen en fresco, los de la temporada de otoño e invierno podrán ser preparados en calientitas sopas, caldos y guisados, porqué durante el otoño los días empiezan a ser más cortos y más frescos y puede haber mucha lluvia, entonces necesitamos alimentos tibios y consistentes.
Muchas de las frutas y verduras de esta temporada nos aportan pigmentos con acción antioxidante que contribuyen a que mantengamos el sistema inmunitario en buenas condiciones y por lo tanto a prevenir enfermedades.
Algunas frutas propias de esta hermosa temporada son: granada, mandarina, higo, uva, manzana, pera, tejocotes, durazno, arándanos y frutos secos.
Entre las verduras características de otoño-invierno encontramos: berenjenas, chícharos, calabaza, pimientos, coliflor, ejotes, rábanos y zanahorias, entre otros.
Recuerda: La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la ingesta de un mínimo de 400 gramos diarios de frutas y verduras, esto se traduce en un consumo de, al menos, 5 piezas de frutas y verduras al día, lo que corresponde a tres piezas de fruta y dos de verdura.
La producción del sector hortofrutícola de México es muy dinámica, datos reportados por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, (FAO), sitúan a México como el séptimo productor mundial de frutas y hortalizas, con un total de 32 millones de toneladas anuales.