Esta bebida espirituosa cuenta con una anécdota, durante la primera década del Siglo XX se producían más de un millón de litros en establecimientos localizados en la región de la sierra de Sonora, desde el municipio de Bavispe hasta Álamos que aportaban el 13 por ciento de la economía.
El General Elías Calles, en 1915, prohibió la manufactura y comercialización de bebidas alcohólicas en el estado y bajo este ordenamiento jurídico, conocido como Ley Seca, desaparecieron las plantas destiladoras, porque no sólo era ilegal producirlo sino quien lo hiciera era perseguido y colgado para sembrar el terror entre los valientes que intentaran darle continuidad a esta actividad.
Hoy en día la elaboración del Bacanora, que estuvo prácticamente estancada, conserva su origen artesanal, y así podemos saborear el producto de la fermentación de las plantas maduras del agave, que calentado a fuego directo de leña se condensa y convierte, en el "puro chuqui", en Bacanora de la más alta calidad, lo mejor de lo mejor, 100 por ciento agave, todo natural, sin sustancias químicas.
Esta exquisita bebida, es uno de los mejores destilados del mundo, tiene un excelente equilibrio de ahumado y dulce, así como notas vegetales de pimientos verdes asados y recuerdos a tierra. Actualmente se reconoce entre las bebidas representativas de México.
¿Sabías que?
El Bacanora se ha elaborado desde hace más de 300 años de manera artesanal y la “receta secreta” para hacerlo se ha transmitido de generación en generación.