Al disfrutar de los antojitos mexicanos no deben faltar nuestras tradicionales aguas frescas para acompañarlos. Estas son otras de las grandes riquezas de la gastronomía de México, la cual ofrece una gran variedad de estos incomparables deleites que nos seducen al apreciar su presentación en los vitroleros cuando caminamos por las calles en medio de un día caluroso.

Las aguas frescas son aquellas bebidas preparadas con frutas o semillas, hielo y azúcar; siendo las más típicas de nuestro país la de limón con chía, horchata, jamaica y tamarindo, cuyo sabor cien por ciento mexicano las convierte en el festín ideal para celebrar este Mes de la Patria.    

Respecto a la producción total nacional de limón y chía, la del primero supera los dos millones de toneladas, mientras que la segunda las seis mil toneladas. En cuanto a los ingredientes del agua de horchata, la producción total nacional de arroz es mayor a las 236 mil toneladas y la de avena a las 84 mil toneladas.

En lo que se refiere a la producción total nacional de jamaica y tamarindo. En el primer caso asciende a más de siete mil toneladas, y en el segundo es superior a las 39 mil toneladas.  

Gracias a la enorme diversidad de frutas y semillas que posee México, también podemos deleitarnos con las aguas frescas de naranja, sandía, melón, papaya, zapote, fresa, piña, mango, jobo, guayaba, guanábana, maracuyá, entre otras; y de sabores más exóticos como la de chilacayota, almendra de mamey, xoconostle, betabel, alfalfa y cebada.  

Sabías que…

Durante la época del Porfiriato, a las aguas frescas se les llamaba refrescos.