Prunus persica, melocotonero así llamado en España peninsular y las islas Baleares, en las islas Canarias y en parte de Hispanoamérica, a una especie de árbol del género Prunus de la familia Rosaceae. También se le suele denominar duraznero (del latín durus acinus, «que tiene la piel dura» aludiendo a la piel del fruto) y a su fruto, durazno en países como Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, México, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela.

El árbol llega a medir de hasta 6 a 8 metros de altura, su fruto es el durazno, contiene una única semilla encerrada en una cáscara dura, (el hueso). Esta fruta, normalmente de piel aterciopelada, posee una carne amarilla o blanquecina de sabor dulce y aroma delicado. A la variedad que no tiene la piel aterciopelada se la llama nectarina.

Para el ciclo agrícola 2017, la producción de durazno en el Estado de México fue de 2,330.45 toneladas, representando un valor aproximado de $204,301,850 Esto beneficio a 1095 productores, dentro de los cuales 979 son hombres y 116 son mujeres, teniendo estas últimas un papel fundamental en el desarrollo del campo mexiquense.

Cabe resaltar que los principales municipios donde se produce el durazno son: Coatepec Harinas, Almoloya de Alquisiras, Sultepec y Villa Guerrero con una superficie sembrada no mayor a 2,330.45 hectáreas.