En la producción orgánica de alimentos, interactúan los ciclos biológicos naturales de la producción, de la flora y fauna del suelo, las plantas y animales; lo que permite mantener la diversidad genética del sistema productivo y de su entorno, promoviendo la sustentabilidad y progresando hacia una cadena de producción y procesamiento socialmente justa y ecológicamente responsable.

Dicho proceso conlleva mayor tiempo e implica el uso de una gran cantidad de mano de obra para realizar las prácticas orgánicas que enriquecen la fertilidad de los suelos, aumentan la capacidad de la planta para enfrentar enfermedades, y suman el control biológico para el manejo de las plagas, es decir, reducen el uso de insumos externos. Con ello, se generan empleos para las familias y comunidades, favorecen el arraigo a la tierra y contribuyen a disminuir la migración hacia las ciudades.

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En nuestro país:

  • Los productos que más se producen de manera orgánica son el café, aguacate, cártamo, mango, chía, zarzamora, naranja, garbanzo, tomate y maíz.
  • Chiapas, Baja California y Oaxaca son los estados con mayor producción de orgánicos.
  • Más de 164 mil hectáreas de cultivo están certificadas bajo la Ley de Productos Orgánicos
  • 38 mil 107 productores han sido certificados en cumplimiento a la Ley de productos Orgánicos y de ellos, el 86% son pequeños productores que cuentan con una superficie de hasta 5 hectáreas.

A nivel mundial, México es el tercer país mayor número de productores orgánicos certificados.