La apicultura, dulce tradición, es conocida y apreciada, principalmente, por la producción de miel, pero también los productos derivados de la colmena, que son el polen, la cera, la jalea real, el propóleo y el veneno, destacan ya sea por la importancia que desempeñan dentro de la misma colmena como por sus aplicaciones en las industrias cosmética, farmacéutica y por supuesto la de los alimentos.

Veamos cuál es el papel que éstos tienen dentro de la colmena. El polen, es el alimento esencial de las larvas, zánganos y abejas obreras, mientras que la jalea alimenta exclusivamente a las abejas reinas. Las abejas emplean la cera en la construcción del panal y con el propóleo, que es una mezcla de resinas mantienen la asepsia en el interior de la colmena, tapan rendijas y fortalecen los panales de cera, finalmente para protegerse de sus enemigos, utilizan su veneno.

Aun cuando nuestro país es un buen exportador de miel de abeja, actualmente hay un mercado insatisfecho, por lo que tenemos muchas oportunidades de posicionar los productos de la apicultura, dándoles un valor agregado, y aprovechando sus propiedades y aplicaciones, por ejemplo: la cera se emplea para hacer velas, aceites y artesanías; la jalea real como energizante porque es rica en vitamina B.

El propóleo se usa en la medicina como cicatrizante, fungicida y bactericida; el polen es rico en proteínas, lípidos, vitaminas y minerales es un excelente suplemento alimenticio, y el veneno de abeja se utiliza en medicina para tratar reumas, artritis y dolor de huesos.

 

Sabías que…
Para producir un kilogramo de cera, las abejas deben consumir 7 kilogramos de miel.