La sidra tiene una historia larga y fascinante, la investigación nos dice que hebreos, egipcios y griegos ya la conocían, pero fueron los árabes quienes desarrollaron avanzados sistemas agrarios, cultivaron toda clase de manzanas y se aplicaron para lograr que los procesos de producción de sidra fueran cada vez más eficientes. Al paso del tiempo fueron los españoles, en la región Asturiana, quienes dieron su toque obsequiándonos una sidra más ácida y burbujeante.

Actualmente, en México, tenemos importantes productores de sidra, sobre todo en los municipios de Huejotzingo y Zacatlán de las manzanas, en el estado de Puebla; la característica principal de esta sidra es su dulce sabor convirtiéndola en una acompañante ideal de las comidas y los brindis de Navidad y Año Nuevo.

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La manzana de Zacatlán, variedad criolla que deriva de la Red Delicious, cuyo sabor es un tanto ácido recién cortada, pero dulce una vez que termina de madurar, es la materia prima para la elaboración del producto que acredita este lugar.

También se produce sidra con otras variedades como: gala, golden delicious, red delicious, criolla.

La sidra que se disfrutaremos este año lleva un año de fermentación, es decir, para este fin de año de 2019, disfrutaremos de una sidra elaborada con manzanas de la cosecha de 2017.

Bueno, pues brindemos por nuestros productores de manzana, porque gracias a ellos tenemos muchos litros de sidra ¡salud!

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