La coliflor llegó desde el Mediterráneo oriental, en donde más que como alimento se utilizaba principalmente para tratar algunos padecimientos como el dolor de cabeza o la diarrea.

Esta crucífera tiene muchas variedades, sin embrago, la más común es la coliflor blanca, la ausencia de color se debe a que los agricultores unen por encima de la mata las hojas verdes que la rodean, lo que impide la entrada del sol e inhiben el desarrollo de la clorofila, pigmento que le confiere el color verde a ciertos vegetales.

Ahora te presentamos cinco razones, comprobadas científicamente, por las que la coliflor debe formar parte de tu dieta:

  1. La coliflor es un alimento con un perfil nutricional muy completo, pues contiene vitaminas C, K, también, tiamina, riboflavina, niacina (complejo B) y minerales como potasio, magnesio, manganeso y fósforo.
  2. La coliflor aporta gran cantidad de glucosinolatos e isotiocianatos, dos antioxidantes que ayudan a la regeneración celular.
  3. La coliflor contiene nutrientes antiinflamatorios, como el indol-3-carbinol o I3C, que opera a nivel genético ayudando a prevenir las reacciones inflamatorias en su nivel más fundamental.
  4. Este vegetal es fuente importante de fibra, misma que juega un papel destacado en la prevención de la obesidad, pues genera sensación de saciedad lo que reduce la cantidad de ingesta de alimentos.
  5. Cien gramos de coliflor contienen sólo 5 g de carbohidratos de muy bajo índice glucémico, muchísimos menos que los presentes en la misma cantidad de arroz, pasta, patata o harinas, por eso es una muy buena alternativa para sustituir estos ingredientes en dietas bajas en carbohidratos.

En México la producción de coliflor rebasa las 110 mil toneldadas anuales, los principales estados productores son Guanajuato, Puebla e Hidalgo.