El debate en nuestro país está abierto, ¿a qué cultivo nos referimos cuando decimos tomate rojo (jitomate) y a cuál cuando lo nombramos tomate (tomate verde)? Esto es muy sencillo, partimos de establecer que son dos productos diferentes, aunque ambos son plantas herbáceas.

 

El tomate (tomate verde) -Physalis ixocarpa- nace de una planta de entre 15 a 60 cm de altura sensible a las heladas, con sistema radicular pivotante, profundo y poco ramificado. Tiene hojas alternas ligeramente ovadas. Su tallo es largo y sus ramas están cubiertas en forma de corazón; sus flores son monopétalas, amarillentas y con manchas oscuras.

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Por su parte, el jitomate (tomate rojo) -Lycopersicum esculentum L.-proviene de tallo grueso, pubescente y largo. Tiene un sistema radicular pivotante, profundo y poco ramificado. El tallo principal se forma de tallos secundarios compuestos de epidermis con pelos glandulares, corteza, cilindro vascular y tejido medular, por lo cual la planta no se sostiene por sí sola y es necesario el empleo de tutores para su sostén. Las flores se encuentran agrupadas en inflorescencia de racimo o cimas racimosas.

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Y entonces ¿De dónde proviene la confusión? Pues se explica por unos regionalismos, ya que es en el centro y sur de México que para referirse al fruto color rojo (tomate rojo) se utiliza la palabra “jitomate” mientras que en el norte del país le llaman tomate rojo a éste y tomate o tomatillo al fruto color verde.

Como quieras que los llames te invitamos a que no dejes de consumirlos pues las y los Héroes de la alimentación mexicana ponen a tu disposición ambas hortalizas para que las encuentres disponibles todo el año.