En el mundo existen más de 40 especies de algodón que tiene su origen en Asia, África, la India y América. La especie Gossypium hirsutum es originario de América Central y del sur de México, es una planta dedicada principalmente a la industria textil, la semilla también se utiliza para la producción de aceite y para consumo forrajero.

El algodón se desarrolla principalmente en zonas cálidas, ya que para su crecimiento requiere de temperaturas mayores a 15 grados, una buena iluminación y riegos constantes, por esta razón México es un lugar ideal para su producción, ya que cuenta con las condiciones adecuadas para cubrir todas las necesidades de las plantas, lo cual coloca al país entre los principales productores a nivel mundial.

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Cabe resaltar que el algodón es un cultivo muy noble, puede prosperar en entornos hostiles y no necesita gran cantidad de agua; gracias a esto, los agricultores pueden utilizar la lluvia como la única fuente de agua en el crecimiento del 64% del algodón. Incluso si no llueve a menudo, las raíces del algodón crecen profundas y amplias, lo que les permite encontrar agua en tiempos de sequía.

México ocupa el 9º lugar mundial con una producción de 1,162,603 toneladas de algodón, produce uno de cada cien kilogramos cultivados en el mundo. En seis entidades federativas se distribuyen las zonas productoras del cultivo agroindustrial, de entre ellas destaca Chihuahua por albergar la mayor parte. En 2018 la entidad registró 166 mil hectáreas, que significan 21 mil más a las del año previo. Actualmente México destina una superficie de más de 241 mil hectáreas a la producción de algodón en los estados de, Tamaulipas, Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila y Durango.

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Dentro de los usos del algodón se encuentran: materia prima para confeccionar camisetas, pantalones, toallas y miles de productos textiles más. Además, se utiliza en la producción de cuerdas, papel, billetes, aceite de cocina, alimentos, embalajes, pinturas, materias primas, celulosa para la industria cosmética, fibras, jabones y hasta biocombustibles; inclusive también se puede destinar para la alimentación de vacas y borregos, ya que aporta una gran cantidad de nutrientes benéficos que ayudan a mejorar el rendimiento en la producción pecuaria.