La leche más consumida a nivel mundial es la de vaca con un 83 por ciento más que cualquiera otra. En México, a principios del siglo XIX, la gente bebía la leche producida en granjas y rancherías cercanas a su domicilio, pero gracias al desarrollo del ferrocarril, la leche estuvo a disposición de mucha más gente, convirtiéndolas así en la más consumida y demandada.

La riqueza de la lecha está en sus proteínas que brindan energía y la hacen un alimento básico en la etapa infantil, aunque también resulta saludable su consumo en otras etapas de la vida.

La calidad de la leche mexicana nace en el campo, con las pasturas que alimentan a las vacas, con los lecheros y veterinarios que cuidan del ganado, de ahí se traslada a las plantas procesadoras y supermercados, hasta llegar a la mesa de los consumidores que pueden disfrutar de un alimento sano e inocuo.

Entre los beneficios del consumo de leche, encontramos que…

  • Neutraliza la acidez estomacal al tratarse de un alimento alcalino (pH 6.6), además promueve el crecimiento de la flora bacteriana intestinal, vital para la síntesis de las vitaminas del complejo B.
  • El consumo de este producto aporta nutrientes básico que ayuda al desarrollo y crecimiento de los individuos en todos sus aspectos.
  • La niñez y la adolescencia son dos etapas muy importantes para el desarrollo físico y mental, el calcio que proporciona la leche les viene bien pues les ayudará a tener huesos y dientes sanos.

No existe pretexto para no consumir leche ya que la encontramos en diferentes presentaciones: en polvo, condensada, evaporada, sin lactosa, semidescremada, baja en grasas, y entera.