Desde el siglo XIX la política de México ha sido favorable a los movimientos de inmigración, sobre todo en el tema de los llamados refugiados políticos, con base en la Ley de Extranjeros y Naturalización de 1866. Ésta amparaba a los inmigrantes que ingresaban a México, cuyos registros solo eran simples listas de pasajeros con la fecha de ingreso al país. Para inicios del siglo XX se promulgaron las primeras leyes de migración a partir de las cuales comenzaron los registros del ingreso de los extranjeros a través de fichas migratorias. Estas contenían desde información general (nombre, nacionalidad, profesión u oficio y rasgos físicos), hasta asuntos relacionados con los motivos de la salida de su país de origen.

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Estas fichas que forman los expedientes del Departamento de Migración concentran un censo y registro de extranjeros que se hacía bajo el reglamento interior de la Secretaría de Gobernación. La función de censo y registro pasó a manos del Departamento de Demografía de la Dirección General de Población en 1938, con fundamento en el artículo 15 constitucional. Así abrieron las puertas del país a reconocidos personajes, los cuales se enlistan a partir de su ficha migratoria.

Luis Buñuel:

Entre los años 1939 y 1942, durante el gobierno de Lázaro Cárdenas, México dio asiló a más de 25 mil españoles que salieron de su país natal derivado de conflictos bélicos surgidos por la Guerra Civil Española y el Franquismo. Entre ellos estaba director de cine Luis Buñuel, quien filmó más de 15 películas, entre ellas Los Olvidados (1950), filme incluido como Memoria del Mundo de la Unesco. Buñuel tenía la condición de doble exiliado al tener prohibido el regreso a España hasta 1970 y ser persona non grata en Estados Unidos. Posteriormente se nacionalizó como mexicano, condición que ostentó hasta su muerte en 1983.

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Tina Modotti:

La tarjeta migratoria de la fotógrafa italiana Tina Moddoti refiere que su entrada al país, por segunda vez, fue el 19 de marzo de 1939 en calidad de turista. Dos días después cambió su situación a una de refugiada política, la cual le fue otorgada igualmente por el general Cárdenas, quien le anuló la condición de expulsada que le fue impuesta en 1930. Su primera residencia en México había sido en 1923, periodo donde realizó la mayor parte de su obra y se desempeñó como revolucionaria, actividad que retomó en su regreso a México.

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Tatsugoro Matsumoto:

Considerado uno de los primeros inmigrantes japoneses en América Latina, Tatsugoro Matsumoto llegó a Perú en 1892 con la encomienda de diseñar un jardín japonés en ese país. Años más tarde arribó a suelo mexicano en 1896, un año antes de la primera emigración masiva japoneses a Chiapas. Matsumoto fue traído por un rico hacendado y rápidamente se colocó como uno de los jardineros más prestigiosos entre las clases altas y esferas políticas mexicanas. Una de sus mayores aportaciones a la botánica mexicana fue introducir en la Ciudad de México los árboles de jacaranda que había traído desde Brasil y reproducido con éxito en sus viveros.

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Remedios Varo

El estallido de la Segunda Guerra Mundial y la expansión del Nazismo en Europa trajeron a la pintora Remedios Varo a refugiarse a suelo mexicano en 1941. A través de la corriente artística conocida como el surrealismo fue que la española desarrolló sus principales obras en México y América Latina, participando en diversas exposiciones en diversas galerías de arte e instituciones mexicanas, como el Instituto Nacional de Cardiología donde retrató a manera de homenaje al médico mexicano Ignacio Chávez. Remedios Varo siempre conservó su nacionalidad española y si bien tuvo contacto con artistas mexicanos como Diego Rivera, quien aparece en su ficha migratoria como referencia, la pintora estableció mejores nexos con otros intelectuales en la misma condición de exilio, en particular la con la también pintora británica Leonora Carrington.

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Víctor Serge y Vladímir Kibálchich Rusakov

Estos dos personajes, padre e hijo llegaron como exiliados políticos a México después de pasar por varios países como refugiados por sus ideas contrapuestas al régimen de Joseph Stalin. Víctor Serge se desempeñó como escritor y activo participante del proceso revolucionario ruso con ideales socialistas. Por su parte Vladímir, mejor conocido como Vlady, destacó como pintor y a su llega a México se unió rápidamente al movimiento muralista, plasmando sus obras en instituciones como la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada o el Archivo General de la Nación el cual resguarda cuatro cuadros de gran formato.

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Natalia Sedova de Trotsky

Uno de los casos más conocidos de asilo político en México es el ideólogo y revolucionario ruso León Trotsky, exiliado de la antigua Unión Soviética, pero junto con él llegó también Natalia Sedova, quien fuera su esposa. Natalia fue también una revolucionaria activa, escritora sobre cuestiones culturales en relación con la corriente marxista. Sedova jamás fue exiliada, pero acompañó a su esposo cuando este fue expulsado de su país natal hasta llegar a México, donde permaneció todavía después de la muerte de su marido. Junto con Victor Serge publicó una biografía de Trotsky.

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