La italiana Tina Modotti llegó a México en 1923, en donde prosiguió con su trayectoria artística como fotógrafa, así como su combatiente lucha en contra del fascismo. Al sostener ideas anarquistas y comunistas tuvo un acercamiento con otras figuras de la misma tendencia ideológica. En 1928, conoció al exiliado cubano Julio Antonio Mella, con el cual compartió diversos ideales como el combate del colonialismo e imperialismo de los Estados Unidos.

No obstante, la situación de Antonio Mella en México no resultaba muy segura, pues al mantener una lucha abierta contra la dictadura de Gerardo Machado con la publicación de ¡Cuba Libre! y Tren Blindado, sabía que en cualquier momento podía ser víctima de algún atentado, tal como se lo había confesado a Tina Modotti días antes de su asesinato.

La noche del 10 de enero de 1929 Antonio Mella se encontraba acompañando a Tina Modotti, al llegar a la esquina de las calles Abraham González y Morelos fue increpado por José Agustín López Valiñas, pistolero que había sido contratado por Santiago Trujillo, jefe de la policía secreta machadista. El revolucionario recibió dos disparos letales: uno en el pecho y otro en el vientre; este último disparo le destrozó el estómago y ocasionó su muerte en la madrugada del 11 de enero.

Como era de esperarse Tina Modotti tenía que declarar al ser, hasta ese momento, la única testigo que se encontraba junto a Antonio Mella. En su primera declaración señaló que al volver la esquina escuchó las detonaciones al mismo momento que Mella cayó al suelo, en la escena del crimen sólo logró apreciar a dos individuos que escapaban tras las detonaciones(1).

En efecto Tina Modotti, había logrado observar a los dos esbirros que habían sido contratados por el gobierno de Gerardo Machado, los cuales eran Miguel Francisco Sanabria y José Agustín López Valiñas, siendo ese último quien había disparado contra Mella.

Aunado a lo que presenció, agregó que días antes Mella le había contado que mantenía comunicación con José Magriñat quien le había confesado que habían venido de Cuba unos matones expresamente para asesinarlo, asimismo al momento de caer herido Mella dijo “José Magrinat tiene que ver con este delito y entonces se dirigió a los transeúntes que se detenían que Machado lo había mandado matar”(2). Esta fue la declaración que Modotti dio a las autoridades.

A pesar de que la principal línea de investigación apuntaba a un crimen de carácter político, al haber sido amenazado de muerte por el gobierno de Machado tal como se lo había confesado a Modotti días antes del ataque, el Jefe de las Comisiones de Seguridad, Valente Quintana, se empeñó a reforzar la línea de investigación que señalaba que las causas del crimen habían sido de carácter pasional. Como parte de su hipótesis sumó a la investigación tres testigos más al caso, así como la negación de José Magrinat de no haber advertido al finado Meller sobre la llegada de dos esbirros de Machado.

Los tres nuevos testigos aseguraban que Antonio Mella y Tina Modotti habían sido interceptados de frente por un sólo pistolero, por lo cual aseguraban que Tina Modotti había podido reconocer al asesino de Mella, lo cual daba un mayor peso a la acusación de Valente Quintana quien señalaba que se trataba de un crimen pasional en el cual Modotti se encontraba implicada por encubrir al criminal.

El interrogatorio duró horas al volverse la investigación un círculo vicioso, pues las preguntas de Valente Quintana se empeñaban en lograr que Tina Modotti confesara el nombre de un asesino que ella no conocía. Al final, el testimonio de las tres personas que supuestamente estuvieron presentes al momento del ataque fue descartado por las autoridades, pues no se podía garantizar que en plena noche pudieran haber apreciado de manera muy clara el crimen. Además la autopsia que habían realizado los peritos médicos-legistas, Rojo de la Vega y Erasmo Marín, daban como resultado que los impactos de bala que recibió el finado Mella habían sido por la espalda, lo cual daba razón al testimonio de Tina Modotti.

Las investigaciones no lograron dar un mayor resultado sobre los culpables que estaban involucrados en el asesinato de Mella e incluso José Magriñat, quien era uno de los principales sospechosos, fue liberado ante la falta de pruebas. El crimen poco a poco se fue apilado junto con otros casos sin resolver, asimismo Tina Modotti, quien era la única testigo, tuvo que salir del país en 1930, ante las políticas que el gobierno de México había tomado en contra de los extranjeros de afiliación comunista.

Fue hasta 1933 cuando Guadalupe Gil Oceguera, esposa de José Agustín López Valiñas, denunció ante las autoridades mexicanas que su esposo había sido el autor material del asesinato de Julio Antonio Mella. Durante esta segunda investigación se descubrió que el asesino había recibido la cantidad de 60 dólares por parte de Santiago Trujillo, con lo cual se comprobaba que el asesinato de Mella había sido fraguado desde el gobierno de Machado. López Valiñas fue encontrado culpable siendo sentenciado a 20 años de cárcel, sin embargo, en 1938 obtuvo su libertad tras la amnistía que había concedido el gobierno de Lázaro Cárdenas.

Sobre la manera en cómo se llevó a cabo la investigación sobre el asesinato de Julio Antonio Mella, por las autoridades mexicanas, Tina Modotti expresaría lo siguiente:

 

Durante varias semanas el Gobierno de México recibió protestas de todo el mundo y declaró hipócritamente, por boca de la policía, que México no descansaría hasta que se aclare el asunto.

Sin embargo ¿qué pasó? El único cubano arrestado por la policía, el organizador técnico del crimen, fue puesto en libertad, después de algunas semanas, por falta de pruebas. Valente Quintana no fue despedido, sino que fue nombrado Jefe de la Policía Central de México y todas las manifestaciones de protesta de las masas mexicanas fueron saboteadas y atacadas por la policía.

... hipocresía de la “justicia” burguesa.3

Los documentos que resguarda el Archivo General de la Nación, permiten conocer más sobre el caso del asesinato de Antonio Mella.

 

1“Crimen que causa sensación. Fue Asesinado anoche Julio Antonio Mella”, en, El Universal, 11 de enero de 1929.

2Op. cit.

3Tina Modotti. El asesinato de Julio Antonio Mella. 1933