Las fuentes históricas se remontan a 1542 como el año en que el rey Carlos V de España autorizó a Alfonso de Herrero para establecer la primera fábrica de cerveza. Ésta se elaboró por expertos cerveceros que fueron traídos desde Europa a base cereales malteadas, levaduras para la fermentación, planta de lúpulo y agua. Pero la poca popularidad que tuvo, aunada al alto costo de su producción terminaron por relegarla como una bebida solo para las clases altas. 

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Durante la guerra de independencia el consumo de cerveza comenzó a consolidarse y para cuando el territorio se instauró como una República se generó un marco regulatorio para su libre producción en diversas regiones del país. Es posible conocer esta dimensión normativa a través de los bandos que se pueden encontrar en el fondo Gobernación (sin sección) que resguarda Archivo General de la Nación (AGN). Para entonces, la cerveza seguía siendo elaborada principalmente por habitantes de origen europeo, quienes consolidaron las primeras fábricas de renombre durante la época del Segundo Imperio.

En los últimos años del siglo XIX, en la época porfirista se comenzó a gestar de manera más formal la producción industrial en México. Esto fue posible gracias al desarrollo de las vías ferroviarias, lo que permitió una mayor consolidación a las empresas cerveceras que en sociedad anónima se habían establecido dentro del país. Se construyeron plantas de producción importantes como las cervecerías Cuauhtémoc en Monterrey, Moctezuma en Veracruz y la Compañía Cervecera de Toluca y México.

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Ya entrado el siglo XX había aproximadamente 36 productores de cerveza en México. En la década de 1920 la prohibición sobre la venta de bebidas alcohólicas ocurrida en los Estados Unidos ayudó a que se abrieran más cerveceras en la frontera norte del país, las ya existentes comenzaron a expandirse hacia la misma frontera y se convirtieron en destinos turísticos que los estadounidenses frecuentaban para poder beber una cerveza.

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Esta competencia de inmediato hizo que la industria comenzara a concentrarse en solo unas cuantas corporaciones, las cuales tenían el mayor capital como para absorber a las cerveceras pequeñas. Así fue como la cervecería Cuauhtémoc adquirió la fábrica de cerveza Tecate y posteriormente se conjuntaría con la cervecería Moctezuma. Por su parte, la cervecería Modelo, fundada en 1925, se fusionó con la cervecera de Toluca y México. 

Para mediados del siglo XX estos dos consorcios cerveceros lograron comprar las empresas más pequeñas y obligaron a cerrar a quienes resistieron a una compra, asumiendo marcas que ya existían como Carta Blanca, Indio, Noche Buena, Superior, entre otras, así como las novedosas presentaciones que surgieron como la cerveza en lata o la famosa “caguama”, productos que fueron distribuidos rápidamente tanto en México como en el extranjero.

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Al adquirir estas marcas, los grupos Modelo y Cervecería Cuauhtémoc-Moctezuma se vieron obligados a someterse de nueva cuenta a un registro de producto ante Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial. Este procedimiento consistía en presentar la documentación legal de la adquisición de la marca con el registro de ésta para que el mismo instituto realizara una búsqueda del nombre y logos de la marca en cuestión con el fin de no interferir con otra ya registrada. Si la empresa pasaba este filtro se le otorgaba la certificación del producto por parte de la Secretaría de Industria y Comercio. Expedientes de procesos como estos se pueden observar en fondo Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial que resguarda el AGN y nos permiten tener una perspectiva de la conformación histórica de la industria cervecera en nuestro país.

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Hoy, en el siglo XXI, nos encontramos en una situación que ha transformado a la industria cervecera en México. Ésta pasó a ser manejada en su totalidad por empresas extranjeras nuevamente, al concentrarse la compra de los dos grupos cerveceros más grandes e importantes del país. Este suceso que se acompañó también con el regreso de nuevas pequeñas cerveceras que recuperaron la manera artesanal de producción y buscan retomar protagonismo dentro del mercado nacional e internacional.