Hace 50 años se gestó el Movimiento Estudiantil de 1968 (ME68) que aún tiene un profundo significado. Y para proteger estos hechos del olvido, conmemorar a los jóvenes y profesores que lucharon por las libertades democráticas y mantener viva la inspiración, resistencia y transformación, se ha preparado un Programa para conmemorar un suceso histórico que cambió vidas e historias, mencionó Ricardo Raphael, director del Centro Cultural Universitario Tlatelolco, al inaugurar el evento.
Sergio Jaime Rochín del Rincón, comisionado ejecutivo de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV), comentó que el 2 de octubre de 1968 prevalece en los recuerdos de la gente. Sin embargo, el espacio entre la vocación y los archivos es vago y difuso. Por ello, a través de la alianza de diversas instituciones, se articularán esfuerzos para la construcción de la memoria histórica y sanear una herida aún abierta. Una de las colaboraciones de la CEAV será, precisamente, el apoyo para crear un archivo que recupere acervos públicos y privados, en un centro de documentación virtual.
Asimismo, el AGN se suma a la conmemoración del ME68, con la intención de propiciar una memoria reflexiva de una variable constante en la historia de México: los movimientos sociales que, uno a uno —desde la guerra de Independencia, pasando por el movimiento liberal, la Reforma, la lucha contra la intervención francesa, la Revolución, el Cardenismo, el Movimiento del 68, el neozapatismo y hasta nuestros días—, han definido el rostro de México, señaló Mercedes de Vega, directora del AGN.
Por ello, el Archivo participará en el diseño de una plataforma digital en la que habrán de quedar las huellas documentales que existen, en varios de sus fondos y colecciones, con documentos y fotografías que aportarán nuevas fuentes históricas para la investigación; los cuales estarán disponibles a todo interesado de manera libre a través de internet.
Los archivos son el antídoto contra toda forma de olvido y permiten una reapropiación lúcida del pasado, incluso cuando su carga traumática es difícil de entender y asimilar, comentó Mercedes de Vega. Y recordó, que uno de los factores de unión de esta conmemoración es la clara conciencia de la necesidad de reunir, preservar y hacer accesible la herencia documental de México, como parte de la inexcusable defensa de los derechos humanos.
Para finalizar el evento Enrique Graue Wiechers, rector de la UNAM, mencionó que el 2 de octubre jamás se podrá olvidar. Los eventos de aquel día fatídico dejaron una marca indeleble en el tejido social de nuestra nación; e imprimieron una huella en nuestra memoria que ha trascendido a lo largo de las últimas cinco décadas.
En el presídium de este acto también estuvieron Luis Raúl González Pérez, presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos; y Lorenzo Córdova Vianello, consejero presidente del Instituto Nacional Electoral.