Como parte del programa de agrarismo integral constructivo, del gobierno de Plutarco Elías Calles se creó el Sistema de Centrales Agrícolas con el objetivo de modernizar la producción agrícola en México. Dicho programa, comenzó con la distribución de tierras de grandes latifundios. La Secretaría de Agricultura y Fomento, junto con la Secretaría de Educación Pública (SEP), fueron las encargadas de implementar este proyecto, tomando acciones que buscaban impulsar el desarrollo de la agricultura en el país.[1]
Gracias al Sistema de Centrales Agrícolas, el 15 de noviembre de 1926, se inauguró la primera institución que formó parte de las llamadas Escuelas Centrales Agrícolas. Se buscaba formar expertos y técnicos agrícolas para impulsar el progreso en las comunidades rurales, teniendo como propósito “la formación de una clase campesina próspera, sana y feliz arraigada a la tierra”.[2]
Imagen 1: Acuerdo de la SEP y la Secretaría de Agricultura y Fomento en el cual se mencionaron las acciones en marcha para impulsar el desarrollo en el campo.
Referencia: AGN, Gonzalo Robles, caja 2, exp. 51, f 2.
El programa enfatizaba la importancia de multiplicar las escuelas rurales, la implementación de la enseñanza agrícola, la organización cooperativa de los intereses rurales y el establecimiento de crédito agrícola. Por lo tanto, uno de los objetivos del programa era que, con la implementación del sistema, cada jefe de familia invirtiera sus ahorros y cultivara un lote individual para crear un vínculo con la propiedad, y con ello evitar nuevas reparticiones por parte de los políticos. Para eso se diseñó un plan educativo que se emplearía desde la educación primaria: “El plan de educación tiene como base la escuela rural federal, un tipo rudimentario de escuela que enseñe a leer, a escribir, a contar, prácticas de higiene y de civismo y que inicie a los niños en las actividades a que posteriormente se han de dedicar”.[3]
En un memorándum disponible en el Archivo General de la Nación,[4] se detalló el funcionamiento y las características de las Escuelas Centrales Agrícolas. Se planeó la construcción de 5,000 escuelas de dicha índole con capacidad de 250 alumnos internos, con 5000 hectáreas de tierras de riego. El documento también especifica información sobre cómo se planteaba la capacitación de agrónomos, la construcción de cinco escuelas anuales, así como los estudios económicos y sociales que servirían para planificar la parcelación, la ubicación de las escuelas y la concesión de créditos.
Imagen 1: Memorándum sobre las Escuelas Centrales Agrícolas.
Referencia: AGN, Gonzalo Robles, caja 2, exp. 42, f 2.
Las Escuelas Centrales buscaron establecerse en áreas “agrícolas y étnicas” con el objetivo de servir como centros activos de difusión cultural y agrícola. En el memorándum se establecía que los centros estarían equipadas con plantas industriales para la producción y conservación de productos agrícolas, así como diversas instalaciones ganaderas y avícolas adaptadas a las necesidades regionales; las escuelas se integrarían con recursos que facilitarían el aprendizaje agrícola “Las escuelas también tendrían maquinaria moderna, animales de cría de razas mejoradas, y viveros frutales y forestales (…) Tendrán además plantas industriales de lechería y conservación de frutas y legumbres, molino de trigo en algún caso, establos, sillos, caballerizas, porquerizas, apriscos, gallineros, apiarios, etc., todo proporcionado a las necesidades de la región”.[5]
En el documento se describió a grandes rasgos el proyecto agrícola, donde la educación tendría un papel central, pues se enfocaría en un esfuerzo integral para mejorar la educación y las condiciones de vida de los campesinos en México, a través de la formación técnica, la organización económica y la implementación de proyectos educativos estratégicos.
Con una serie de expedientes que se resguardan en el AGN en el fondo Gonzalo Robles, es posible estudiar algunos proyectos de educación que se han realizado a lo largo de la historia en nuestro país. Te invitamos a consultarlos en su versión digital, a través del repositorio documental del Archivo General de la Nación.Fuentes consultadas:
AGN, Gonzalo Robles, caja 2, exp. 42.
AGN, Gonzalo Robles, caja 2, exp. 51.
[1] AGN, Gonzalo Robles, caja 2, exp. 51, F. 1.
[2] AGN, Gonzalo Robles, caja 2, exp. 42, f. 2.
[3] AGN, Gonzalo Robles, caja 2, expediente 42, f 2.
[4] AGN, Gonzalo Robles, caja 2, expediente 42.
[5] AGN, Gonzalo Robles, caja 2, expediente 42, F 3.