Nació el 30 de octubre de 1897 en Tlacotalpan, Veracruz. A los seis años llegó a la Ciudad de México y residió en Coyoacán, en casa de su tía, donde aprendió a tocar el piano. A pesar de que su padre quería introducirlo en la educación militar, decidió inclinarse por su lado artístico y en la década de los años veinte trabajó como intérprete pianista en salas de cine, cantinas y centros nocturnos, aunque esto le costó recibir un navajazo que marcó su rostro. Además, su tipo de vida inconformista, libre y nada convencional, lo llevó a relacionarse con diferentes celebridades.
Adquirió experiencia y popularidad, al lograr que sus canciones fueran interpretadas por cantantes populares de aquel tiempo, como Maruja Pérez y Juan Arvizu. En 1930 se presentó en diferentes espacios musicales de la reciente radiodifusora XEW, posteriormente formó su primera orquesta, El son de Marabú y fue participe de su programa La hora íntima de Agustín Lara.
Entre sus temas más famosos están Solamente una vez, María bonita y Cada noche un amor, entre otras piezas que pertenecen al género de boleros. Sin embargo, El Flaco destacó por ser un compositor multifacético, llegando a musicalizar la primera película sonora en México: Santa (1931). Asimismo apareció en otros filmes, entre ellos La Mujer que yo amé.
Sin duda fue una persona hábil y versátil. Aprendió francés perfectamente, logrando componer canciones en ese idioma, entre ellas Rosa de Francia. Durante la visita a México de artistas de la talla de Edith Piaf y Frank Sinatra, se reunió con ellos, lo cual reflejaba el valor de su fama internacional.
En la actualidad, cantantes de diversos géneros mantienen viva la obra musical del inolvidable Flaco de Oro, cuyos sonidos perduran aún a pesar de su muerte y el Archivo General de la Nación (AGN) alberga las partituras de sus obras más importantes.