María Eugenia Terrones López, curadora de esta obra expositiva, mencionó que más allá de su discurso plástico, en Alfaro Siqueiros converge la historia política del México del siglo XX. Un personaje clásico, singular y heterodoxo, con una multiplicidad de facetas que lo delinearon como estudiante radical, revolucionario carrancista, sindicalista, comunista prominente, antifascista incansable, teniente coronel del Ejército Republicano en la Guerra civil española; periodista, escritor, muralista y defensor de las causas políticas más necesitadas y más sancionadas de su época. 

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Más de 200 documentos, entre fotografías, obras plásticas y expedientes integran esta exposición, que explica uno de los episodios más complicados y difíciles de la vida del muralista: su encarcelamiento por cuarta ocasión, de 1960 a 1964, en la Cárcel Preventiva del Distrito Federal, mejor conocida como el Palacio Negro de Lecumberri.

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La curadora explicó que este encierro representó una penalización, tanto para su activismo político como para su vocación hacia grandes empresas plásticas, lo que fue un enorme castigo para un artista entregado a la construcción de un arte integrado a grandes proyectos constructivos y discursos plásticos, plasmado en su concepto de arte público.

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Estas fuentes documentales, que son exhibidas, describen el funcionamiento del sistema penitenciario de México y el uso extensivo, discrecional y amplificado del delito de disolución social, aplicado a los disidentes del sistema político mexicano. 

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Los distintos sectores organizados alrededor de su figura para solicitar su excarcelación dan cuenta de su trayectoria política e intelectual de escala internacional y el lugar privilegiado que ocupaba en el contexto global de las artes plásticas. Además, resulta conmovedora la capacidad artística del pintor, aun en las difíciles situaciones, pues al parecer produjo un aproximado de 300 obras en este lugar, señaló María Eugenia Terrones.

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Carlos Enrique Ruiz Abreu, director del Archivo General de la Nación, señaló que esta exposición es un homenaje a un personaje que no debió estar preso por sus ideas políticas y recordó que, actualmente, el AGN lleva a cabo acciones para la apertura de documentos históricos relacionados con violaciones de derechos humanos y persecuciones políticas, pues en esta institución se resguardan los expedientes del extinto Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN).

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El discurso expositivo de la exhibición se divide en cuatro núcleos, partiendo por el contexto social que vivió el muralista antes de su última reclusión en Lecumberri. Se retoman documentos que nos hablan sobre su activismo político. Alineado al Partido Comunista Mexicano, siempre se mantuvo comprometido al movimiento obrero, participando activamente en huelgas, manifestaciones y mítines de diferentes grupos de trabajadores, como fue el caso del movimiento ferrocarrilero.

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Uno de los núcleos neurálgicos es el tema de su encierro, en la penitenciaría de Lecumberri, donde estuvo como preso político, por el delito de disolución social, entre 1960 y 1964. Cuatro años que lo llevaron a posponer el proyecto mural, Del Porfirismo a la Revolución, en el Castillo de Chapultepec, y que lo condujeron a realizar diversas obras en el encierro. Ejemplo de este cambio significativo en su obra fueron los biombos realizados como parte de la escenografía de la obra de teatro El licenciado no te apures, que fue producida por el preso Roberto Hernández Prado y puesta en escena por el grupo teatral de la cárcel, con el fin de readaptar a los procesados a través del arte, la educación y la cultura.

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Dentro de la experiencia de visitar el antiguo Palacio Negro, resaltan tres celdas muestras. En una de ellas se recrea la celda donde Siqueiros daba vida a su obra; en otra se evoca al grupo de teatro que participaron con el pintor para llevar a cabo la creación de los biombos. Y la tercera muestra en sus muros los mensajes de apoyo que recibió el muralista de grandes poetas, como Pablo Neruda, quien escribió en uno de los versos del poema A Siqueiros al partir: “He visto tu pintura encarcelada, Que es como encarcelar la llamarada”.

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Es importante resaltar el apoyo que proporcionaron instituciones como la Sala de Arte Público Siqueiros, el Archivo Histórico de la Ciudad de México y la Fundación María y Héctor García, quienes facilitaron parte de su acervo para darle vida a la exposición.

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Si quieres saber más sobre la exposición y observar los biombos, ¡ven! y visita el AGN de lunes a viernes, de 9:00 a 16:00 horas; y sábados, de 10:00 a 16:00 horas. Agenda tu visita guiada en la página web https://www.gob.mx/agn, y conoce más sobre el gran pintor y muralista David Alfaro Siqueiros.

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