La tarde del 22 de diciembre de 1815, en San Cristóbal Ecatepec, atravesado por las balas del ejército realista, cayó muerto el prócer de la patria José María Morelos y Pavón. Cinco años después, su compañero de combate, José María Morales, fue desterrado de la Nueva España con destino a Ceuta (África). La historia de ambos personajes, con nombres casi homónimos, se inició con la guerra de Independencia; no obstante terminarían sus vidas en sitios totalmente distintos. Esta historia está resguardada en el Fondo Historia, volumen 588, expediente 5; y en el Fondo Infidencias, volumen 115, expedientes 4 al 8, del Archivo General de la Nación (AGN).

José María Morelos es una figura icónica de nuestra historia; su destacada habilidad como estratega militar combinada con su visión de estadista le hicieron ganarse un lugar en el altar patrio. Por el contario, José María Morales no sobresalió, al contrario fue tachado de irresponsable, inútil y borracho.

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El 5 de noviembre de 1815, Morelos y Morales fueron capturados por los realistas durante la batalla de Temalaca, en el actual estado de Puebla. El saldo de la derrota fue de 300 insurgentes muertos y la ejecución de 30 personas ese mismo día; días después se fusilaron a 200 presos más y se enviaron otros 50 hacia Manila, Filipinas, como esclavos. Pero sin duda, la derrota más grande fue que Morelos cayó en manos de los realistas después de una acción heroica, pues decidió combatir, en amplia desventaja, contra el ejército español para que el Congreso de Anáhuac escapara. Morales, al contrario, optó por entregarse, lo que generó varias interrogantes entre sus captores, pues no se supo si se entregó por sus diferencias con los insurgentes o para salvar su vida.

Tanto Morales como Morelos fueron trasladados a la Ciudad de México; y se les encerró en las prisiones secretas de la Inquisición. Durante los días siguientes se les interrogó sobre la insurgencia, sus acciones y los contactos con potencias extranjeras. El virrey Félix María Calleja ordenó que a los dos se les hiciera cuanto antes “sumaria y degradación” para que en cuatro días fueran ejecutados. No obstante, Pedro de Fonte, arzobispo de México, intercedió por Morales, que así salvó su vida.

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¿Quién era José María Morales? Morales confesó ser “presbítero domiciliado de este arzobispado, natural de Huauchinango (Puebla), de treinta y cuatro años de edad” que “por febrero del año doce, en que se propagaron las especies de que la España estaba perdida, que Napoleón se había apoderado de toda ella y que estas provincias estaban a riesgo de que les sucediese lo mismo, se le calentó la cabeza y se resolvió a pasarse a los rebeldes, no porque estuviese decidido a seguir su partido, sino por informarse del estado en que se hallaban”.

Aseguró que, a pesar de estar con los insurgentes, “no los ha auxilió con las armas ni con el consejo, porque no se ha hallado en ningún ataque ni ha coadyuvado con sus advertencias (…) que lo único que hacía, por la necesidad en que se veía comprometido, era darles la razón y contemporizar con ellos”. Comentó que en Zacualpan (Estado de México) lo nombraron elector para el Congreso de Chilpancingo, y que el nuevo Congreso lo designó, a consecuencia de la constitución provisional, capellán mayor, con tres pesos de sueldo diario.

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Por su parte, Morelos señaló que a Morales se le quitó la capellanía “por habérsele notado que solía embriagarse”. Además consideró a Morales como “un inútil para la insurrección, y que era incapaz de hacer cosa de provecho. Y en cuanto al corazón, no lo tiene tampoco por muy acérrimo, por no haber dado pruebas de ello, como otros las dan ayudando con las obras o con las exhortaciones, como ínfimo grado de insurgente”.

Morelos murió excomulgado y como un enemigo de Dios y del rey, Morales, por su parte, en el Colegio Apostólico de Misioneros de Pachuca, después del cual el virrey Juan Ruiz de Apodaca decidió que a Morales se le expatriara a las isla de Ceuta, en “donde permanecería recluso hasta que a juicio del obispo de esa ciudad el reo mostrara pruebas inequívocas de sincero arrepentimiento”.

¿Quieres conocer más acerca de la vida de José María Morales?, ven, acércate al AGN y consulta el Fondo Infidencias, donde conocerás otras historias de quienes lucharon por la Independencia de México… su historia está en espera de ser escrita.