Bajo el tema Archivos, ciudadanía e interculturalismo, se realizará en la Ciudad de México, del 27 al 29 de noviembre, la Conferencia del Consejo Internacional de Archivos (ICA por sus siglas en inglés) y la Asociación Latinoamericana de Archivos (ICA-ALA) 2017.

El Archivo General de la Nación de México (AGN) y la ALA, han asumido el compromiso de recibir a la comunidad archivística mundial para estrechar los lazos de cooperación y contribuir al fortalecimiento no sólo de los archivos, sino al diálogo y entendimiento entre los pueblos.

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En ese sentido, el ICA es un organismo que reúne a especialistas de todo el mundo con el propósito de reflexionar en torno al determinante y aún poco valorado papel de los archivos en la sociedad del conocimiento. Esta Conferencia del Consejo Internacional de Archivos, inédita en Latinoamérica, propiciará una mirada a fondo sobre los archivos de la región, necesitados de atención prioritaria en diversos aspectos, entre otros: interculturalismo y culturas ancestrales; derechos humanos; tráfico ilícito del patrimonio documental; archivos y arte; rendición de cuentas, acceso a la información y protección de datos personales; proyectos multidiscliplinarios de archivos; sistemas de información e interoperabilidad; Big Data y minería de datos; derechos de autor y propiedad intelectual; archivos, medio ambiente y desastres naturales; así como cooperación regional, proyectos archivísticos, académicos e históricos.

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Los temas abordados tienen como propósito esencial impulsar políticas públicas que contribuyan a mejorar la gestión documental y colocar definitivamente a los archivos en la agenda de la gobernanza, pues la archivística posibilita la ineludible obligación de los gobernantes de preservar el conocimiento y la memoria, rendir cuentas, apostar por la transparencia y combatir la corrupción. Derivado de lo anterior, los archivistas a su vez deben cabildear con los poderes del Estado en busca de una legislación en materia archivística que evite, por un lado, la pérdida de documentos administrativos e históricos —por destrucción, deterioro, extravío o robo—; y por el otro, favorecer el uso dinámico y estratégico de los archivos para el buen gobierno, así como agilizar el acceso a éstos de la ciudadanía y los medios de comunicación.

Comprobada la relación directa entre corrupción, falta de transparencia y deficiente organización archivística de un país, con el consecuente desaprovechamiento de los archivos como elementos de información para la toma sustentada de decisiones, es evidente que sólo unas instituciones y una ciudadanía consciente del papel de los archivos como garantes de transparencia y rendición cuentas, pueden enfrentar con éxito a una oligarquía global que modificó la economía y las relaciones de los países sin disminuir añejas desigualdades.

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En lo relacionado con la memoria, esa globalización disfuncional se empeña en borrar los rasgos identitarios de los pueblos, decidiendo costumbres, idioma y hábitos de consumo más que de autoafirmación, respeto y organización. De ahí la necesidad de todo Estado moderno de aprovechar su pertenencia a organismos internacionales que permitan ampliar conocimientos, revisar posturas, realizar intercambios, anular inercias, buscar apoyos y reforzar el ineludible, pero sistemáticamente eludido papel de los archivos en la comunidad internacional. Es otra manera eficaz de contrarrestar la falsa disyuntiva de que lo global debe prevalecer sobre lo nacional o incluso anularlo; y de rechazar que la apertura a lo mundial tiene que ser unilateral, pues una cosa es la diversidad de expresiones y otra, muy distinta, las imposiciones.

Por ello hago un llamado inaplazable a toda la comunidad de archivistas, funcionarios,  investigadores, académicos y todos los involucrados e interesados en el tema de los archivos, a participar en la próxima Conferencia ICA-ALA 2017. No podemos perder de vista que los archivos —patrimonio documental de los pueblos— son el antídoto contra la desinformación, la desmemoria y el pensamiento único; e instrumentos insustituibles de la transparencia y el combate a la impunidad que apuntalan el ejercicio de la ética pública, elementos que nos hacen recordar que todos vamos en el mismo barco y que sólo mediante una cooperación inteligente, solidaria y honesta podremos llegar a buen puerto.


Mercedes de Vega

Directora general del Archivo General de la Nación de México y presidenta de la Asociación Latinoamericana de Archivos.

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