A finales del siglo XIX se impulsó la investigación científica y tecnológica en las áreas de la arquitectura e ingeniería civil, con el objetivo de dotar con una imagen moderna a México, en vías del siglo XX. Bajo ese contexto, en 1892 se estableció la Oficina de Ensaye de Materiales, de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas, por iniciativa del entonces consultor de la dependencia, el ingeniero y arquitecto Antonio M. Anza.

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Su principal funcionalidad fue emitir certificaciones oficiales de calidad a los nuevos materiales de construcción, como el acero y el concreto; así como contribuir a los objetivos de una generación de arquitectos e ingenieros, enmarcada dentro de las corrientes del historicismo, eclecticismo y raciocinio, que se empeñó en encontrar una arquitectura renovada y única para México. Por ello se consideró que la utilización de nuevos materiales, eran elementos necesarios para dejar de producir anticuadas formas.

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Una parte de los expedientes que se conservan en el Archivo General de la Nación (AGN) permiten conocer las novedosas investigaciones que se realizaron en el laboratorio, para dar solución a las dificultades que presentaron las primeras obras de acero, siendo la oxidación uno de los principales malestares. Así lo expuso en 1919 Salvador Medina, director de obra, al ingeniero consultor Ramirez, a quien solicitó su opinión sobre "qué pintura anticorrosiva podría ser mejor para cubrir las cúpulas del Teatro Nacional".

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La investigación y experimentación estuvo a cargo de Antonio M. Anza, para determinar la pintura protectora adecuada a utilizar. Cabe señalar que el laboratorio fue un espacio indispensable para obtener resultados rápidos y precisos, ante las adversidades que habían presentado las pruebas realizadas directamente a la estructura metálica del Teatro Nacional.  

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Otra de las finalidades de la recién constituida oficina, fue el intercambio de información con los países más avanzados, por lo cual en 1906 se mandó a un distinguido grupo de representantes mexicanos a Bruselas, Bélgica, a participar en el Congreso Internacional para el Ensaye de Materiales, donde se dio cita gran parte de la industria que producía materia prima para construcciones.

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La gran mayoría de las pruebas y resultados que se obtuvieron por la Oficina de Ensaye de Materiales, fueron difundidos en el Boletín oficial de la SCOP y en revistas como El arte y la ciencia, publicada por el arquitecto Nicolás Mariscal, que tal como señaló en su primer número, era un espacio para dar a conocer toda la innovación e investigación que se gestaba por la nueva generación de ingenieros y arquitectos.

El AGN conserva, en el Fondo Comunicaciones y Obras Públicas, una amplia riqueza documental de la Oficina de Ensaye de Materiales, los cuales están al alcance de nuestros usuarios.  

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