El gobernador de Coahuila, Rubén Moreira Valdés, acompañado por el director del Archivo General del Estado (AGEC), Lucas Martínez Sánchez, inauguraron las nuevas instalaciones del AGEC, el cual resguarda aproximadamente 13 mil cajas de documentos en su acervo histórico, que narran los eventos más significativos de una entidad que se ha visto inmersa en distintos acontecimientos de gran trascendencia para México: como la Guerra de Texas, la Intervención Francesa, la Guerra de Reforma, el Plan de Tuxtepec o el Porfiriato.

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La sede anterior del AGEC estuvo ubicada por veinte años en el municipio de Ramos Arizpe; y el tiempo de traslado de los documentos hacia el nuevo recinto implicó alrededor de un mes, debido al elevado cuidado con que debía ser manipulado el acervo histórico. Durante seis meses, se realizaron trabajos de acondicionamiento al nuevo edificio, el cual posee cinco veces más espacio en comparación con la anterior sede.

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Esta ampliación significó la asignación de áreas específicas, con el objetivo de lograr una labor archivística más eficaz. Por ejemplo, el depósito del Archivo Histórico cuenta ahora con mobiliario adecuado, estanterías y climatización; características idóneas para el resguardo de documentos muy antiguos, algunos fechados desde la época virreinal.

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Asimismo, el nuevo edificio del AGEC alberga espacios destinados para una Hemeroteca, cuya periodicidad se remonta hasta 1827. También fueron asignadas áreas donde se situaron dos bibliotecas especializadas: una en Historia del Noreste, la cual narra, a través de su catálogo de libros, las peculiaridades más significativas y trascendentales de la entidad. Y la otra, derivada del Programa de Genealogía, donde el usuario puede consultar su historia familiar mediante la información contenida en el Registro Civil. También se determinó asignar un espacio para la Fototeca, lugar donde se depositan imágenes datadas desde finales de 1930.

El proyecto de la nueva sede se logró a partir de la intervención estatal. Y se tomó la decisión de ubicar al Archivo en un edificio que ya mantenía ciertas condiciones para fungir como sitio de resguardo documental, al ser utilizado durante algunos años como Registro Civil. Además de la consulta física de los acervos, hoy se cuenta con material digitalizado y descrito, cuya fecha abarca desde finales del siglo XVII.

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Los principales Fondos en resguardo son el Colonial, referente a los gobernadores de la región en el periodo virreinal; además del del Fondo Siglo XIX, el cual es muy voluminoso. Otros resultan muy significativos, como la Correspondencia de Evaristo Madero, abuelo de Francisco I. Madero; o el de la Jefatura Política de San Antonio de Béjar, que refiere a la época cuando Coahuila y Texas eran una sola provincia: estos documentos fueron rescatados luego de la guerra separatista impulsada por los texanos; y trasladados desde el actual San Antonio, Texas, hacia territorio coahuilense en 1836.

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El Archivo resguarda el Registro Civil Histórico —fechado desde finales de la intervención francesa hasta 1920—, el cual incluye actas de nacimiento, de matrimonio, de defunción y notariales. De igual manera, algunos Fondos municipales, como los de San Buenaventura, Allende, Nava o Guerrero están en depósito en el Archivo General del Estado; y se ha trabajado en su ordenamiento, clasificación catalogación y descripción.

Un poco de historia

Lucas Martínez, director del Archivo General del Estado, mencionó algunos pormenores que permiten reconstruir la historia de la instancia que administra. Durante el periodo virreinal, una parte considerable del archivo histórico estuvo situada en Monclova, ciudad asignada como capital de la provincia de San Francisco de Coahuila. Posteriormente, en el México Independiente, fue creado el estado libre y soberano de Coahuila de Zaragoza, por lo que el Archivo Estatal se trasladó a Saltillo.

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En 1856, cuando Coahuila y Nuevo León conformaron un solo estado, la documentación se trasladó a Monterrey y permaneció allá hasta febrero de 1864, fecha en la que Benito Juárez, en su peregrinación hacia el norte durante la Segunda Intervención Francesa, firma un decreto para devolverle la soberanía a Coahuila. Por ello, un archivista fue enviado a Monterrey para separar los documentos pertenecientes a la entidad; y el acervo fue devuelto en carretas a Saltillo, donde permanece en la actualidad.

“Las peculiaridades de un estado como Coahuila durante la historia de México, otorgan un enorme valor al acervo resguardado por el Archivo General del Estado, la casa que guarda la memoria histórica de Coahuila”, indicó el director general del AGEC.

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