El primer gobernador de dicho estado de la República fue el comodoro José María de la Vega cargo que mantuvo de 1902 a 1903. Posteriormente el territorio de Quintana Roo fue designado al general Ignacio A. Bravo quien dio pie a la creación del Infierno Verde o la Siberia Mexicana[1] pues miles de mayas y yaquis terminaron su vida en las condiciones más inhumanas de esclavitud dentro de las fincas henequeneras. 

Ambos gobernadores fueron designados por el general Porfirio Díaz a razón de compensar su participación en la campaña militar de 1901 sobre el territorio yucateco, mismo que desde 1847 era considerado un territorio hostil ante la presencia de diversos grupos mayas, los cuales se habían insurrecto ante el despojo de sus tierras y la imposición de un Estado dentro de las comunidades o grupos indígenas denominados en general como mayas, motivo por el cual el conflicto fue designado Guerra de Castas; pues las diferencias raciales marcaron el imaginario de la división entre las diversas razas y etnias de la región de Yucatán; de ahí que en las diversa publicaciones y opiniones emitidas  en relación con el conflicto se empleó el termino indio para generalizar a todos los mayas sublevados, lo cuales eran considerados salvajes y contrarios al progreso y civilización del Estado Mexicano.

Por cerca de 54 años el conflicto se mantuvo, pero mientras que los centros rebeldes mayas fueron confinados a unas cuantas localidades, el poder del Estado se había fortalecido ante la llegada de Porfirio Díaz al poder que abrazaba un proyecto de modernidad y colonización occidental.  

Para principios del siglo XX Yucatán se consideraba como una zona atrasada y renuente a la civilización; pues gran parte de los grupos mayas se oponían al proyecto nacional del régimen porfirista que consistían en el fortalecimiento de la industria henequenera que para ese momento era considerada el hilo de oro de aquella región; pues para el año de 1900 la producción representó uno de los principales ingresos económicos de la región, junto con la caña de azúcar.

Ante tal consideración se puso en marcha en 1901 una de la ultimas contiendas sangrientas en la región de Yucatán misma que tenía como objetivo tomar Chan-Santa Cruz, Bacalar y Chetumal, las tres últimas ciudades que se consideraban ocupadas por los mayas.

La contienda se vaticinaba como una de las más sangrientas sobre la región de Yucatán, pues la Armada, el Ejército Federal y la entonces Guardia Nacional actuarían conjuntamente para alcanzar los puntos cruciales de la contienda. Asimismo, dos contingentes habían arribado en el mes de enero para reforzar las fuerzas del general Bravo, tal como se registra en el Libro donde constan las órdenes generales  de la plaza y particulares del 23 Batallón resguardado en el AGN[2].

Otra de las acciones que se emplearon fue llevar a los veteranos brigadieres que habían combatido en la región de Sonora contra los yaquis, cabe señalar que los prisioneros yaquis también fueron trasladados hasta Yucatán para engrosar las filas de combate.

El avance de las fuerzas militares fue contundente, el uso del Cañón Hotchkiss, la ametralladora Colt-Browning modelo 1895, la ametralladora Gatling y los fusiles mauser, fueron las principales armas que se utilizaron durante aquel año con el fin de ocasionar el mayor daño sobre los nativos mayas que armados con unos cuantos fusiles y armas blancas debían de emplear tácticas de emboscada y escaramuzas  para frenar el avance militar.

La contienda iniciada desde enero fue recrudeciéndose, indicando que el gobierno sometería por completo a todos los nativos sin otra vía más que por las armas, tal fue el caso que se presentó en el camino de Tabí cerca de Chan-Santa Cruz donde una avanzada militar empleó sus carabinas mauser modelo 1895 y ametralladoras para contraatacar a un grupo de mayas, teniendo como resultado decenas de muertos y heridos los cuales fueron recogidos por sus mismo compañeros dejando tan sólo un gran rastro de sangre que pudo ser constatado por los soldados Federales.  

Los diversos periódicos que trataron sobre la guerra en Yucatán anunciaban una pronta victoria de las fuerzas militares sobre los “indios salvajes”. Sólo el periódico Regeneración sostuvo una opinión crítica en el modo de actuar del Estado pues en uno de sus articulo intitulado La Esclavitud en Yucatán exponían que una de las razones del alzamiento maya era la situación social y económica que vivían los nativos de aquella península que se encontraba colonizada por unos contados caciques apoyados por un gobierno.    

Aquella cruda guerra de colonialismo interno que se había mantenido por cerca de medio siglo llegó a su fin en 1901 con la toma de Bacalar (2 de abril) y Chan-Santa Cruz (5 de mayo), no fue coincidencia que ambas ciudades fueran tomada en fechas heroicas del Estado Mexicano, sino que a finales de marzo se acordó que serían esos días para recordar la participación del general Porfirio Díaz en la Batalla de Puebla del 5 de mayo durante la Segunda Intervención Francesa y la toma de Puebla durante el Segundo Imperio Mexicano hecho que le haría ganar el mote: "El héroe del 2 de abril".  Asimismo, el entonces gobernador de Yucatán, Francisco Cantón Rosado, celebraría se cumpleaños número 68 con la toma de Bacalar.

¡Ven! Visita el Archivo General de la Nación, donde puedes consultar el fondo documental Guerra y Marina y conocer una de las guerra que marco la historia de la Península de Yucatán.

[1] KENNETH TURNER, John. México bárbaro [en línea]. https://www.uv.es/ivorra/Historia/MexicoBarbaro.pdf

[2] Libro donde constan las órdenes generales  de la plaza y particulares del 23 Batallón, 1901. AGN/ México Independiente / Guerra y Marina / Libros de Guerra y Marina / Caja 91 / 218563/5 / Libro 867