La historia de la Fuerza Aérea Mexicana  se remonta a 1913, con las primeras misiones de los pilotos del Ejército Constitucionalista en los campos de batalla de la Revolución Mexicana, donde se pudo percibir la importancia de contar con una aviación militar. El 5 de febrero de 1915 Venustiano Carranza buscó dar continuidad a dicho proyecto, al establecer la creación del Arma de Aviación Militar.

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Sin embargo, fue hasta el período de la posrevolución cuando se consolidó, al tener una participación fundamental para sofocar la rebelión delahuertista (1923-1924), escobarista (1929) y cedillista (1938-1939). A raíz de dichos levantamientos, el Gobierno mexicano fue modernizando su flota con la adquisición de nuevos aviones, los cuales realizaron labores de observación, reconocimiento, ametrallamiento y bombardeo.

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En la rebelión cedillista, se puso a prueba toda la experiencia acumulada del Arma de Aviación Militar, puesto que el general Saturnino Cedillo al conocer la importancia de la aviación militar, durante el pronunciamiento escobarista, adquirió biplanos, armamento para los mismos y mercenarios norteamericanos para su manejo.

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No obstante, la destreza de los pilotos del Ejército Mexicano se impuso. En un inicio, esparcieron propaganda para persuadir a los rebeldes a deponer las armas. Y ante los resultados negativos, los aviones de modelo Corsair V-99M y Fleet 21M dieron comienzo al bombardeo de las posiciones enemigas.

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En aquellas primeras incursiones, la aviación militar logró ocupar un lugar dentro de las fuerzas armadas del país y, tras la entrada de México a la Segunda Guerra Mundial, el gobierno de Manuel Ávila Camacho promulgó, el 10 de febrero de 1944, la reforma constitucional que dotaba de carácter de Fuerza Aérea Mexicana al Arma de Aviación Militar. Y para consolidar dicha condición envió para combatir al Eje a la Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana (FAEM), que partió el 24 de julio de 1944 a los Estado Unidos para su preparación.

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El Escuadrón 201 fue la única unidad de la FAEM en tener participación directa en el campo de batalla. Principalmente fueron designados durante el mes de junio de 1945 a 53 misiones de apoyo directo a tierra en Luzón, Filipinas. También realizaron algunos bombardeos y patrullaje aéreo. Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, el presidente Ávila Camacho giró orden para el cese de la Unidad, el 1 de diciembre de 1945 y a su regreso fueron recibidos con honores.

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El Archivo General de la Nación (AGN) preserva registros fotográficos de la Fuerza Aérea Mexicana, los cuales están al alcance de nuestros usuarios en el Departamento de Centro de Información Gráfica.

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