Después de los acontecimientos de Tlatelolco, cientos de jóvenes, en su mayoría estudiantes o profesores que habían formado parte del Movimiento Estudiantil, fueron encarcelados. Entre ellos González de Alba, quien al haber sido representante de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM en el Consejo Nacional de Huelga (CNH) fue procesado —sin prueba alguna—, por el delito de disolución social y sentenciado a 16 años de cárcel, de los cuales sólo pasaría dos años, pues en 1970 el entonces presidente Luis Echeverría Álvarez excarceló a varios presos políticos, como parte de su llamada "apertura democrática".

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Durante su reclusión se encargó de reconstruir, con sus propias palabras los acontecimientos que se suscitaron de julio a octubre de 1968, dando voz a varios de sus compañeros, con los que convivió en la crujía “C”. Así fue dando cuerpo a una de las primeras obras que surgió del Movimiento Estudiantil.

/cms/uploads/image/file/448446/Sin_t_tulo.jpgFotografía de detenidos el 3 de octubre de 1968

Sin lugar a dudas, Los días y los años es una de las narraciones más puntuales, al permitirle al lector conocer las causas del movimiento, la unión de miles de estudiantes, la organización de la juventud, la coexistencia de las diversas demandas sociales de aquel año, la represión que ejerció el Estado y la vida dentro de Lecumberri.

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Una de las partes más trascendentales de la obra es, posiblemente, la evocación de lo ocurrido aquella tarde del 2 de octubre, cuando de un helicóptero, que sobrevolaba la Plaza de las Tres Culturas, se vio surgir una bengala de color verde, desatándose de inmediato un intenso tiroteo y ocasionando una confusión absoluta en la plaza.

Desde el edificio Chihuahua veíamos la plaza convulsionada por corrientes que se golpeaban contra bordes invisibles y formaban remolinos en el centro. Entre las voces y gritos empezaron a escucharse claramente los disparos: venían de la parte posterior del Chihuahua.

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Se sabe oficialmente que aquel día se había puesto en marcha la Operación Galeana, con el fin de detener a los miembros del CNH. La operación fue encabezada por elementos del ejército y del Batallón Olimpia; este grupo identificado con un guante blanco. La maniobra consistía en crear un cerco, para acorralar a los líderes del movimiento ubicados en el edificio Chihuahua. Gonzalez de Alba refiere precisamente esos momentos álgidos entre captores y agraviados.

¡Contra la pared, hijos de la chingada! ¡Ahorita les vamos a dar su revolución! Más que los empujones, cuando me ponían contra la pared y con las manos en alto, me indignaban las necedades proferidas por aquellos individuos que habían irrumpido en la tribuna. — ¡No voltees o te vuelo la cabeza!, ¡que no voltees! ¿No entiendes? —Escuché el golpe, dado seguramente con la culata, y un quejido ronco—. ¡La cara contra la pared!.

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Si bien, señala el autor que a raíz de la matanza del 2 de octubre la desmovilización masiva había ido en aumento, al grado de levantar la huelga estudiantil el CNH, algunos jóvenes continuaron luchando por el reconocimiento de derechos en México. En especial los presos políticos, que desde la prisión se organizaron para resistir a las irregularidades de los procesos penales, tal como se suscitó el 10 de diciembre de 1969, cuando se originó una huelga de hambre en Lecumberri para ejercer presión al Estado.

En los lugares más insólitos, pintado en cualquier momento, brotaba el símbolo de la voluntad inquebrantable, incorruptible, resistente a todo, aun a la masacre que llegó después. En los días siguientes al 2 de octubre, la "V" continuaba apareciendo hasta en las ceremonias olímpicas, en las manos alzadas del Pentatlón Militar Deportivo y en todas partes. Nada parecía poder extinguirla.

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Actualmente, parte del legado intelectual de Luis González de Alba se puede consultar a través del fondo documental donado al AGN por el escritor, el cual consta de diez expedientes, entre los que se encuentran su diario durante la estancia en Lecumberri; cartas dirigidas a Leopoldo Zea, Ricardo Guerra y José Revueltas; un borrador mecanografiado con material de En las aguas medias y Los días y los años; y un cuaderno pautado con las canciones Hiroshima, La niña, Aldebarán, La abeja en el jardín, Si me voy, Tu presagio y Con el amor de los confines.

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Luis González de Alba, integrante del Consejo Nacional del Huelga, Registro Fotográfico de Investigaciones Políticas de la PGJDF, AGN. Sobre la imagen se lee: José Luis González de Alba, sin embargo de los 68 presos políticos de 1968 que fueron sentenciados no hay registro de alguna persona con el nombre de José Luis González de Alba, sino simplemente de Luis González de Alba.