Al escuchar el dueto de palabras “telescopio espacial” es inevitable pensar en el Telescopio Espacial Hubble (HST, por sus siglas en inglés) que durante más de 25 años ha reinado en órbita alrededor de la Tierra. Este instrumento ha maravillado a la humanidad con sorprendentes imágenes y ha contribuido con información de gran utilidad para los astrónomos, cuyas investigaciones nos ayudan a comprender el Universo; pero todo rey debe suceder el trono algún día.

Al escuchar el dueto de palabras “telescopio espacial” es inevitable pensar en el Telescopio Espacial Hubble (HST, por sus siglas en inglés) que durante más de 25 años ha reinado en órbita alrededor de la Tierra. Este instrumento ha maravillado a la humanidad con sorprendentes imágenes y ha contribuido con información de gran utilidad para los astrónomos, cuyas investigaciones nos ayudan a comprender el Universo; pero todo rey debe suceder el trono algún día.

El OAO-2 (Observatorio Astronómico Orbital) de Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) fue el primer telescopio que la humanidad envió al espacio a espiar al universo, en 1968; desde entonces hemos visto que uno de los problemas principales de cualquier telescopio espacial es la vida útil; se vuelven obsoletos, el combustible se agota, las baterías se dañan o simplemente sus componentes se degradan por las condiciones tan hostiles del ambiente espacial. Es por esto que la humanidad construye instrumentos con tecnología cada vez más avanzada que desafían los retos que el Universo impone para revelar sus secretos.

La vida útil del HST ha sido prolongada en varias ocasiones gracias a 4 misiones de mantenimiento; la última misión, en 2009, tenía previsto que su vida útil se extendiera hasta el 2013. Sin embargo, éste sigue en operación y se estima que continúe gobernando hasta el 2020. Si bien, podríamos seguir mandando misiones de mantenimiento al HST, su instrumentación pronto será obsoleta, es por ello que la NASA decidió invertir en su relevo: el Telescopio Espacial James Webb (JWST, por sus siglas en inglés), que será lanzado desde la Guyana Francesa en la primera mitad del 2020.

El JWST se colocará en el punto de Lagrange “L2”, una zona ubicada a 1.5 millones de kilómetros de distancia de la Tierra. Ahí la gravedad del Sol, la Luna y nuestro planeta balancean el movimiento orbital del telescopio, es decir, éste se mantiene en una órbita estable. Desde su lanzamiento, el JWST tardará cerca de 29 días en llegar a “L2” donde, una vez sincronizado con la órbita de nuestro planeta, comenzará a orbitar al Sol en un periodo similar al de la Tierra: 365 días.

Este artículo completo lo encuentras en la revista de divulgación de la ciencia de #AEM "Hacia el Espacio" http://haciaelespacio.aem.gob.mx/revistadigital/articul.php?interior=794