Boletín 54

México, D.F., 22 de Mayo de 2013

 Uno de los objetivos es apoyar de manera psicopedagógica para la empleabilidad de las personas próximas a ser liberadas y sus familias.

La Secretaría del Trabajo y Previsión Social, en coordinación con otras instituciones públicas y privadas, coadyuva con las autoridades penitenciarias del país en la reinserción social de los reos, mediante el impulso de programas de capacitación y formación para el trabajo productivo y digno.

Este trabajo lo realiza la dependencia a través de la Estrategia de Fortalecimiento a la Empleabilidad de las Personas en Reclusión, apoyados por Mesas interinstitucionales para la Inclusión Laboral.

De hecho, durante el período de enero a mayo del presente año se han puesto en operación cuatro Mesas interinstitucionales para la inclusión laboral de las personas en reclusión y sus familias en los estados de Guerrero, Tlaxcala, Oaxaca y Estado de México.

Asimismo, se han llevado a cabo tres jornadas de fortalecimiento a la empleabilidad de las personas próximas  a ser liberadas en los Centros de Reclusión de  Chilpancingo, Guerrero; Tlaxcala, Tlaxcala, y Etla, Oaxaca.

Las jornadas tuvieron una duración de 8 horas cada una y en ellas se impartieron los talleres: “Desarrollo de habilidades psicosociales”, “Desarrollo de habilidades para el emprendimiento”, “Ofertas institucionales para la empleabilidad”, “Economía doméstica” y “Mitos y realidades de las adicciones”.

En estas jornadas participaron 80 personas internas, 69 hombres y 11 mujeres.

La STPS resalta que el objetivo general es el de propiciar el fortalecimiento de actitudes y aptitudes, así como prevención de adicciones y apoyo psicopedagógico para la empleabilidad de las personas próximas a ser liberadas y sus familias, con la finalidad de que obtengan hábitos, habilidades y competencias para una mejor vinculación laboral y con ello reinserción social.

Con dicha estrategia se busca, entre otras cosas, sensibilizar a instancias públicas, privadas, organismos de la sociedad civil, así como a sindicatos, cámaras de empresarios, instituciones académicas y a legisladores, sobre la situación de vulnerabilidad de las personas en reclusión, liberados y sus familias.

También, impulsar el autoempleo y el desarrollo de proyectos productivos en vinculación con incubadoras de negocio, así como coadyuvar al aprovechamiento del Programa de Preliberados que ofrece el Servicio Nacional de Empleo (SNE).

México cuenta en la actualidad con un total de 418 centros penitenciarios, de éstos, 306 pertenecen al ámbito estatal, 90 al municipal, 13 al federal y 10 al Distrito Federal.

De acuerdo con datos del Censo de Población y Vivienda 2010, nuestro país tiene una tasa de población penitenciaria de 204 por cada 100 mil habitantes. La población penitenciaria en el país es de 233,277 internos, 185,211 pertenecen al fuero común (79.4 por ciento) y 48,066 al fuero federal (20.6 por ciento).

Uno de los indicadores que evidencian las causas que generan una situación de vulnerabilidad laboral entre la población penitenciaria en el país, es que la edad del 35 por ciento de los presos fluctúa entre los 21 y los 30 años; el 64 por ciento es primo-delincuente; el cinco por ciento son mujeres y del total de estas, el 75 por ciento son madres de familia que requieren de trabajo para proveer a sus hijos.

Son precisamente las mujeres en reclusión el grupo con mayores dificultades para integrarse a la vida productiva y al que se debe brindar mayores oportunidades para su desarrollo y readaptación, por la situación de abandono a la que quedan expuestas al ser privadas de su libertad.