Muy buenos días tengan todas y todos ustedes, quiero agradecer a todos los organizadores por haberme invitado a esta segunda jornada, a BBVA Bancomer a COMCE, a la Fundación Iberoamericana Empresarial, al BID, al CAF, al Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación de España, Luis, muchas gracias Valentín, gracias a todos ustedes también por estar aquí.

A lo largo de cinco siglos, los intercambios comerciales, las migraciones, los descubrimientos mutuos entre los pueblos de América han creado un crisol de múltiples rostros, pero de una innegable identidad compartida a la que hoy llamamos con sencillez Latinoamérica.

Desde que nuestros países ganaron su independencia, empezaron a buscar cómo traducir aquellas actividades culturales, en mecanismos para vincular nuestras economías, coordinar en muchos casos y momentos, nuestra defensa mutua, e incluso para hacer converger a nuestras instituciones políticas.

Pero a pesar de los avances que hemos cosechado, es cierto que muchas veces seguimos hablando de la integración, más en términos de un anhelo que de una estrategia. Cuando debemos ya no voltear al pasado con nostalgia, sino ver al futuro con audacia.

Por eso este foro resulta tan oportuno, para analizar como un caso de éxito creciente y en pleno desarrollo la Alianza del Pacífico; que en apenas un lustro, ha logrado pasar de las buenas intenciones a las buenas prácticas, de la unidad como deseo ideal a la integración como una realidad viable.

En la Alianza del Pacífico nuestra fórmula ha sido clara, conjuntar por un lado idealismo y pragmatismo; el primero crear la visión y el segundo para orientar la acción. Porque sin duda abrazamos el libre comercio y defendemos la integración, pero no como fines en sí mismos, sino como medios para crear empleos, para mejorar la educación, para facilitar la movilidad; en suma para abrir cada vez más oportunidades a los pueblos de los 4 países que conformamos la Alianza.

Por eso decimos que este mecanismo no se basa en una ideología sino en resultados, y además de en flujos comerciales, su éxito se mide en las vidas que estamos ayunando a transformar.

Aunque la geografía que nos une es caprichosa, los países de la Alianza tenemos sin duda una enorme ventaja de estar conectados por los ríos de un alengua compartida y los caminos de una cultura afín.

Pero este mecanismo nos demuestra que estos puntos de encuentro no bastan por sí solos, son facilitadores, no sustitutos, de tener una estrategia que marque el rumbo, así como la voluntad política para concretar los diagnósticos en proyectos específicos.

Bajo esta filosofía, hace 5 años; México, Chile, Colombia y Perú; dimos vida a un espacio de integración de vanguardia y reconocimiento a nivel global, que está sustentado como saben en 4 pilares: la libre circulación de bienes y servicios, de capitales, de personas, y también en la cooperación.

Respecto de los dos primeros ámbitos; ya lo mencionaba Valentín, este año se liberalizaron en 92 por ciento los aranceles que rigen nuestro comercio mediante la unión de nuestras fuerzas de valores.

Traemos el mercado bursátil latinoamericana (el más grande de la región), tanto por el número de compañías, como por su capitalización, más aún como bloque, los 4 países representamos la octava economía mundial, la cuarta más dinámica y el quinto mercado más grande en el mundo.

Dentro de nuestra región, la Alianza genera más de la tercera parte del producto interno bruto, más de la mitad del comercio regional y casi la mitad de los flujos de inversión extranjera directa.

Por eso la Alianza del Pacífico desborda sus propias fronteras, y cada vez más se consolida como un motor de crecimiento para América Latina en su conjunto. Pero la verdadera medida de nuestro éxito, no son sólo las cifras (si bien son muy importantes), sino en la capacidad de generar un cambio real y benéfico en la vida de los ciudadanos.

En este sentido, el dinamismo de nuestros intercambios económicos se han convertido también en un catalizador para avanzar la integración en otros ámbitos. Por ejemplo, gracias  a la integración recíproca del requisito de visado, publicamos el número de visitantes chilenos, colombianos y peruanos a México; lo cual además de la derrama económica a México asociada; va generando vínculos más sólidos entre nuestros pueblos que nos permiten pensar en otras formas de integración en un futuro.

Asimismo en el marco de este mecanismo, pusimos en marcha la plataforma de movilidad estudiantil y académica que  a la fecha ha entregado más de mil 200 becas a estudiantes de los 4 países.

La Alianza también ha generado novedosos esquemas de cooperación como lo demuestra el establecimiento de siete sedes diplomáticas compartidas y una oficina de representación comercial, de tal manera que sumamos complementariedades, sumamos fortalezas y nos proyectamos como uno, en distintas partes del mundo aprovechando en conjunto las oportunidades del siglo XX1

En el mismo tenor la Alianza ha evolucionado en una plataforma para que nuestros países diversifiquen sus lazos diplomáticos, empezando por los 49 estados observadores con quienes además de un diálogo político, generamos iniciativas conjuntas, concretas y con impacto social en distintas ramas 

Por ejemplo mediante los mecanismos de la Alianza, el gobierno alemán otorgó un millón de euros al proyecto de integración de fomento de producción y consumo sustentables, pero quizás lo más interesante y significativo a largo plazo es que la Alianza nos ha incentivado a pensarnos a actuar y a proyectarnos cada vez más como una región y no sólo como países individuales

Así lo hemos hecho por ejemplo a la hora de dialogar con otros mecanismos y esquemas de gobernanza como el Mercosur, como la Unión Europea, como la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático o el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacifico, hoy en las mesas de la Alianza del Pacifico además de temas económicos tratamos temas tan diversos como la migración, el turismo, la salud, la igualdad y el empoderamiento de género o la educación, sin ir más lejos en la pasada cumbre de la Alianza del Pacifico celebrada en Puerto Varas, Chile en junio pasado, se lograron acuerdos que van desde crear un fondo de capital emprendedor orientado a potenciar las Pymes de nuestros países hasta un mecanismo de consultas con fines migratorios para facilitar la movilidad de personas pasando por la institucionalización de los esquemas de intercambio académico

Una de las cosas que más han hecho posible este caso de éxito en tan poco tiempo, es el acompañamiento y la participación permanente del sector privado, que no solamente propone si no da seguimiento, ejecuta y es verdaderamente un motor que nos permite a los gobiernos el construir a partir de esta plataforma proyectos que se concretan, que se transforman y seguir pensando en cómo vamos a reinventar y replantear la alianza todo el tiempo, porque hoy el tema que nos hemos planteado los gobiernos, es que si ya es un caso de  éxito la Alianza, ya es un referente en los esquemas de integración por esta visión pragmática y orientada a resultados concretos pero ¿Cuál es el siguiente capítulo?

Tenemos 49 estados observadores a los que tenemos que construir un espacio de gestión para aprovechar las potencialidades que ofrece la vinculación con ellos pero en un esquema diferenciado, tenemos países que quieren acceder a la Alianza y ser miembros de la alianza de pleno derecho y tenemos que tomar definiciones, como vamos a gestionar esas expectativas y como vamos a utilizar ese interés que hay por vincularse con las enormes oportunidades que presenta la Alianza para seguir creciéndola en el futuro

Valentina hablaba de que se identificó por parte del sector privado de los 4 países dos áreas claves para seguir trabajando y creciendo dentro del marco de la Alianza: educación que es formación del capital del futuro y combate a la corrupción; que es homologar estándares para no perder espacios de competitividad, y así tenemos que seguir pensando que queremos de este esquema de integración, que si ha sido exitoso, que si ha dado resultados, pero que sigue teniendo un enorme potencial.

Nos hemos planteado distintas cosas, y distintas líneas en las que tenemos que avanzar, por ejemplo avanzar más no solo en potenciar las PYMES, sino en generar mayores encadenamientos productivos, y el poder integrar a las PYMES de la región a esos encadenamientos productivos.

No solo queremos comerciar más como hemos estado haciendo entre nuestros países, sino queremos empezar a producir juntos, y a exportar también juntos a ciertas regiones que tenemos también con ustedes, tenemos un área de oportunidad dado que algunos países de la Alianza somos miembros del TPP, y eso nos abrirá otro espacio también como plataforma compartida de vincularnos con otras regiones más dinámicas.

Con la CEPAL hemos estado desarrollando por ejemplo, una propuesta de modelo para construir una marca “Alianza del Pacifico”, de esta manera estamos explorando, la CEPAL nos está ayudando a identificar las áreas de oportunidad, como encadenar complementariedades del sector pesquero por ejemplo de los cuatro países para poder proyectar hacia el mundo una marca “Alianza del Pacifico”, es decir estamos imaginando hasta donde podemos llegar en este mundo donde sin duda los bloques y las regiones pues tienen mayores ventajas competitivas, frente a otros bloques y regiones, y la Alianza del Pacifico tiene esa enorme potencialidad, queremos que pasemos a ser ya un caso de éxito, a seguir siendo una plataforma permanente; no solamente de integración, sino de prosperidad y oportunidades compartidas.

Ustedes saben que para México la integración y el libre comercio como una plataforma para vincularnos con el mundo, para construir desarrollo incluyente en nuestro país, ha sido no sólo una decisión, sino es una convicción; y esa decisión y esa convicción durante treinta años nos ha permitido llegar hoy a este momento, donde sin duda nuestro escenario global que en muchas partes del mundo, y prácticamente en todas las regiones vemos que surgen voces que llaman al aislacionismo, a la xenofobia, a la intolerancia.

La Alianza del Pacifico y la convicción de México de que los países juntos; aprovechando sus potencialidades y sus complementariedades; son más fuertes y son mejores, la Alianza nos da motivo para el optimismo, pero al mismo tiempo esta experiencia nos deja dos grandes lecciones: primero que la integración será exitosa cuando los flujos comerciales y financieros sean entendidos no como un fin en sí mismos, si no como un medio para generar prosperidad incluyente, la integración, el libre comercio, los flujos comerciales no son un fin en sí mismo, son un medio   

Porque en el siglo XXI los proyectos de libre comercio para ser sostenibles en el largo plazo, tienen que servir a un fin social, además de a un objetivo económico y en segundo lugar las facilidades culturales e históricas no decantaran la integración por sí mismas, son una ventaja, que sin duda facilita pero no suple tres elementos clave: la identificación de intereses compartidos, tener una estrategia para darle forma a esos intereses y la voluntad política para llevarla acabo

Muchas gracias nuevamente por la invitación a este oportuno foro de análisis y si bien en la filosofía de la Alianza del Pacifico estoy segura de que se generará un debate estimulante, pero también propuestas con un sentido práctico y con una visión social, muchas gracias.